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– El papel de los medios tradicionales y la oposición.
La actual oposición y varios medios tradicionales parecen participar de una campaña mediática que va subiendo de nivel en términos de agresividad, descontextualización y manipulación, sin embargo por más que lo nieguen, ejercen un pragmatismo cínico y desmemoriado (incluidas conductas antiéticas como venta de opinión y contenidos), a estas alturas cada vez son más evidentes los efectos de una era neoliberal y globalizante a la que introdujeron a México -gobiernos anteriores- sin prever consecuencias.
Al respecto, recuerdo haber presentado en los años noventa (inicios) un análisis sobre el neoliberalismo en un país de Suramérica, fue un trabajo de titulación en la Universidad Autónoma Metropolitana, en conclusiones advertía que tendría un costo de desigualdad y pobreza extrema, entre otros. Era cuestión de esperar su efecto multiplicador y consecuencias, para ello no era necesario ser vidente, ni prospectivista, solo afinar el sentido común, ya que esta teoría político-económica (principios, planes de choque, privatización, etc) significaría una depredación social. Aunque –claro- a corto plazo sería exitoso por la recepción de liquidez, pero pasado ese momento se regresaría a una crisis con brecha aún más profunda.
Tres décadas después Wendy Brown en su libro “El pueblo sin atributos: la secreta revolución del neoliberalismo” (Barcelona, 2016) realizó una valiosa contribución a los estudios sobre el neoliberalismo centrada en los efectos que ha tenido -esta racionalidad política- en los hábitos sociales y políticos de las democracias occidentales, Brown llevó a cabo un estudio exhaustivo de los fundamentos teóricos y prácticos, y de su extensión (ojo) a todos los ámbitos de la vida humana.
Pese a la vaguedad que suele achacarse al neoliberalismo, sea como problema, sea como corriente, la autora consigue captarlo/analizarlo no solo como un híbrido de política económica y modalidad de gobernanza, sino que apunta con precisión a delinearlo como un orden de razón rectora, variaciones geográficas y culturales mediante, que consigue transformar de raíz toda actividad y “economizar esferas y actividades que hasta entonces estaban regidas por otras tablas de valor” (Sergio Vega/Reseña fragmento).
– A 15 meses.
Este primer año y tres meses, se han logrado iniciales resultados a pesar de algunos traspiés, en general la 4T va encaminado en un intento real de cambio, lejos de execrables contubernios y hechos de corrupción. Por ejemplo el nuevo escenario de relación entre el presidente y los comentócratas (o periodistas/medios tradicionales) tiene en los segundos –obviamente- agenda política e inercias de antaño, lo cual se evidencia en ver todo mal obsesivamente y declarar el fracaso del gobierno, pareciese que reamente desean le vaya mal a México.
Más ejemplos, ahora resulta que Mariana Gómez del Campo, sobrina del expresidente Calderón, es feminista, defensora de niños (¿?) y mujeres con cáncer, o que Luisa María Calderón, señale que AMLO tiene un “desajuste mental y paranoia” entre otras acusaciones, o que al probo y sensible Javier Lozano (autor de la Reforma Laboral) le interesen de pronto los humildes trabajadores, los niños y las mujeres (llama a apoyar el paro: Un día sin nosotras). Todas estas acciones y sesgos confluyen en un círculo que se irá incrementando. En realidad –y repito- a dicha oposición no le interesa las causas populares o feministas, solo las usa a su favor, a la vez que genera estrategias de intoxicación virtual.
Me da la impresión que no entendieron los nuevos tiempos y continúan abonando un odio que refleja frustración por haber perdido privilegios y cercanía al poder.
Una precisión necesaria, gran parte de la lucha de las mujeres, en lo que toca al aborto, sexualidad y equidad de género desde siempre se enfrentaron a políticas tradicionales sostenidas por: Acción Nacional, la derecha católica, grupos Pro Vida y otros similares. Entonces lo curioso e irónico es la percepción de que un gobierno que se declara a favor de los pobres, sea considerado contrario a la marcha del 9 de marzo, es decir sectores conservadores buscan cosechar políticamente un aparente enfrentamiento.
Por otro lado, en temas económicos actuales, solo dos indicadores: La estabilidad del peso (frente al dólar) y la inflación controlada, evidentemente falta muchísimo y en tal contexto se vale ser críticos de errores, pero también considero apropiado –en ocasiones- mencionar aciertos.
Finalmente y luego de haber conocido sexenios desde José López Portillo (1976-1982) al compararlos entre sí, estoy convencido de que la vorágine en que vivimos (corrupción, impunidad, violencia, desempleo, pobreza, entre otros) y que todavía inercialmente continúa, al país le urgían cambios de congruencia política, transparencia y liderazgos consecuentes. Es decir vientos nuevos que revitalizaran (política, social y económicamente) la nación.
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(*) Periodista (EPCSG) y Economista (UAM-A)
Muy buena percepción de como va hasta ahorita la 4 t. Saludos comoaito
Órale, buena vibra Javier, buen camino
Un abrazo Javier. Buena vibra