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CDMX (9/06/24). Primer domingo post electoral, luego de la votación del 2 de junio, y oficialización del triunfo arrollador de Claudia Sheinbaum, de la coalición Sigamos Haciendo Historia (Morena, PT y PVEM). Después de haber concluido cómputos distritales los resultados electorales, no tuvieron variaciones significativas (aprox.) 36 millones a favor de la candidata Morenista (60 por ciento) frente a Xóchitl Gálvez 16.5 millones (27.5 por ciento) y a Jorge Álvarez Máynez 6.2 millones (10.3 por ciento).
¿Qué son los cómputos distritales?
Constituyen los resultados definitivos de la elección y únicamente pueden cambiar derivado de alguna sentencia del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
En relación a los datos finales, la apabullante victoria de Sheinbaum Pardo resultó más relevante que la del 2018. No solo porque su coalición consiguió casi 6 millones más que Andrés Manuel López Obrador, hace seis años, sino porque mientras en 2018 AMLO llegó a la presidencia, con un “voto de castigo” a partidos conservadores, en 2024 los resultados no solo muestran un refrendo a su gestión, sino que respaldan la Cuarta Transformación (4T), continuidad y profundización de un proyecto de nación que inició y busca cambiar el régimen neoliberal anterior.
Transición: rumbo a una nueva gestión
La nueva circunstancia política va tomando nuevos rumbos, ya empezó a trabajar el equipo de transición al frente de Juan Ramón de la Fuente (ex rector de la UNAM). Una evolución sana, positiva, sin ruptura ni sumisión, con inclusión y bastante diálogo sobre temas sensibles, declaró a medios el ex rector.
La semana pasada fui requerido y entrevistado por medios argentinos y otros de la región para explicar contexto y resultados de una histórica elección que resultó en la primera presidenta de México, electa por 36 millones de ciudadanos, quien ganó en todos los grupos de edad, en todas las profesiones, en todos los niveles de ingreso y en todos los estados del país. De manera tal, que Morena y aliados vencieron en más de 250 de 300 distritos, en consecuencia, el Plan C (Reforma al Poder Judicial y otros), hoy es una posibilidad real, la cual tendrá que asumir la presidenta electa y su equipo.
Por otra parte, varios personajes y políticos de la oposición, a una semana continúan polemizando e impugnando resultados a pesar de una distancia de casi 10 millones de votos. El impacto de la realidad llegó a reflejarse en locutores, periodistas y comentócratas de medios hegemónicos, algunos de los cuales en estado de shock y descompuestos, trataban de entender una elección que los rebasó, nunca comprendieron que el pueblo decidió hacerse protagonista de su destino a través del voto, respaldando -así- las políticas públicas actuales. Vivimos -pues- inéditos tiempos de democracia real.
Tlatoanis en tiempos de la 4T
Con los anteriores gobiernos surgieron grupos de intelectuales con fascinación por el poder, con privilegios, nombramientos, apoyos, becas y otros. No es casual que miembros de estas cofradías ocuparan puestos, que en teoría eran para ciudadanos, es decir, nuevos organismos supuestamente autónomos.
Se convirtieron en beneficiaros -sin disimulo- que a pesar de que las cosas no iban bien para las mayorías (de pobreza extrema), lanzaban una crítica de aparente conciencia social, que luego negociaban con el gobierno en turno. A estos círculos no les gustó que el actual presidente los hiciera a un lado, recortara sus privilegios y los exhibiera.
Después de la primera y decisiva etapa (cimientos) de López Obrador, el nuevo régimen está aún en proceso de dar forma a su estructura básica, sin embargo, el proyecto ya está sembrado.
Si bien, el viejo régimen de la postrevolución, fue notable por su estabilidad política, en su última etapa neoliberal (5 sexenios), se distinguió por su voracidad, corrupción y opacidad en desmedro de los necesitados. Por eso, entre otras razones, la ciudadanía entendió el mensaje “Por el bien de todos, primero los pobres” que subraya la dignidad de los excluidos y el cambio de mentalidad y de conciencias.
En este sentido, el historiador Lorenzo Meyer afirma: “Sólo una vez el viejo régimen intentó un viraje serio hacia la izquierda y fue en el cardenismo (1934-1940). Dicha dirección que tomó por sorpresa a la derecha de aquel tiempo, pudo ser frenado con la amenaza del uso de la fuerza desde dentro y desde fuera del gobierno. Hoy la situación es diferente pues las victorias electorales de Morena no son resultados inesperados y sorpresivos, sino coyunturas generadas por años de movilizaciones populares, de esfuerzos sistemáticos de concientización, de discusión y de preparación de un proyecto nacional”.
Transitamos atípicos tiempos, que los de mi generación podemos contrastar con al menos siete sexenios anteriores, hasta llegar a la primera mujer que gobernará México, el país de habla hispana más grande del mundo, entre otros atributos. Finalmente, el triunfo de Claudia Sheinbaum debe suponer más aciertos que errores para alejar riesgos de regresar al pasado, en una continuidad sexenal y de transformación que busca enraizarse,
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(*) Periodista (EPCSG) y economista (UAM-Azcapotzalco)
Excelente reportaje