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En un mundo como el actual, bombardeado de información de todo tipo, con noticias falsas o fake news como se conocen coloquialmente, mentiras incompletas o verdades a medias, propaganda tendenciosa, discursos de odio o teorías de la conspiración, hacen que la cantidad de material que puede ser considerado como “basura”, tome relevancia en instituciones serias como la academia, las fuerzas armadas, la política y hasta en la religión, en disertaciones que parecen ser un distractor o bien, polemizar en temas que no merecen atención.
Una de los ejemplos que están presentes en las redes sociales principalmente, es la versión que asegura, que la popular serie de televisión “Los Simpson”, han hecho “varias predicciones”, como los atentados a las Torres Gemelas, hecho que cambio al mundo -y que no se puede negar la trascendencia del peor atentado terrorista que impactó a Estados Unidos-, la llegada a la presidencia de Donald Trump o los tomates mutantes que crea Homero Simpson -mezclados con tabaco-, y que años después, algunos vegetales que crecen en la zona de Hiroshima -, donde cayó la bomba atómica-, se dio a conocer que se habían desarrollado con escandalosas mutaciones.
Sin embargo, esas teorías que convierten a un popular programa en una visión al futuro, omiten decir que “Los Simpson” son una sátira mordaz que juega con lo irónico, lo absurdo y casi imposible de suceder, como lo fue la candidatura presidencial de un magnate mediático como lo es Donald Trump.
Pero veamos, desde inicios del milenio (año 2000), la posibilidad de que la humanidad pueda entrar en contacto con una inteligencia extraterrestre, es un hecho que a decir de diversas voces, es una posibilidad real, que ya no se queda en la ciencia ficción.
Incluso, las teorías de la conspiración han tomado tanta relevancia en prácticamente todo el mundo, pero en especial en Estados Unidos, que hay grupos de estudiosos, que aseguran que hay extraterrestres viviendo entre nosotros, y que se han mezclado con la humanidad, creando híbridos conocidos como “Los reptilianos”, y que son quienes controlan el poder político y económico en el planeta.
Aunado a los constantes avistamientos de objetos voladores no identificados (OVNIS), llevó a que La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA), anunciara la creación de un grupo especializado al estudio de “eventos en el cielo que no es posible identificarlos como naves o fenómenos naturales.
En este grupo, además de científicos reconocidos por su trayectoria en la NASA, se agregan docentes e investigadores universitarios de gran renombre y prestigiosas universidades. En 2021, en el Pentágono, que es la sede del Departamento de Defensa de los Estados Unidos, reconocieron que hay al menos 143 “avistamientos que no tienen explicación”, lo cual los hace objeto de investigación.
Tal fue la alarma entre muchos civiles, además de oro molido para que los promotores de las teorías de la conspiración, que se creó “la Oficina de Resolución de Anomalías en Todos los Dominios”, que en su primer año recibió 350 reportes, los cuales, en su mayoría fueron globos climatológicos, drones o chatarra espacial, pero al final, dijeron que más de 170 “no tienen explicación”.
Por su parte, desde 1989 la “Academia Internacional de Astronáutica”, creó un “protocolo alienígena”, es decir, un documento que le diga a la humanidad cómo actuar, en caso de un contacto extraterrestre. El mismo fue revisado en 2010, y sigue vigente.
Entre los puntos más importantes está el no difundir información falsa para evitar el pánico generalizado, piden a las grandes potencias olvidar sus diferencias para trabajar en conjunto, y se le daría en mando y poder de negociación a la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Pero cómo actuar, si los alienígenas llegan en son de paz, o bien, si cuentan con armas más avanzadas que las terrestres, si vienen a colonizar o a ayudarnos. ¿Quién va a tomar el mando? ¿Estados Unidos, China, Rusia?… Tal vez suene a una broma o a una película de ciencia ficción, pero los gobiernos sí lo toman en serio y como una posibilidad que quizá remota, pueda suceder, ya que Japón anunció la creación de su propio protocolo extraterrestre.
Pero ahora, otra gran institución a nivel mundial se suma a este debate: la Iglesia Católica; en las últimas semanas, en diversos foros de análisis, se le ha cuestionado a sacerdotes y estudiosos de la religión sobre la posibilidad de vida extraterrestre y si esta se comprueba, ¿dónde queda Dios? ¿La religión se desfondaría? ¿La gente dejaría de creer en Dios?
Ante los cuestionamientos, los religiosos consideran que no, “ya que Dios es el creador del universo, de lo visible y los invisible”, por lo tanto Dios sería el creador de la vida extraterrestre, y por lo tanto, ellos si no son nuestros hermanos, sí serían nuestros primos.
Entonces, se les pregunta, ¿los alienígenas tendrían la misma idea de Dios como lo tenemos los humanos? Finalmente, surgen las voces críticas, quienes consideran que esta polémica es innecesaria y absurda, pues hay cosas actuales y terrenales que en verdad merecen atención, pero ¿en este mundo actual, donde prevalece la epidemia de estupidez, la ignorancia y las redes sociales?
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(*) Docente e investigador UAM
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