MASSA-MILEI LO DEFINEN A PENALES Y EN NOVIEMBRE. Por Roberto Dotti (*)

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No hay que vender la piel del oso antes de cazarlo, un viejo dicho que le cae al fenómeno Milei ajustado y al cuerpo. El hombre que ayer cumplió 53 años se creía con la banda puesta y sentado en el sillón de Rivadavia hoy lunes 23 de octubre después de haber ganado las elecciones presidenciales en primera vuelta en la República Argentina. Pero eso no sucedió. En el país de Lionel habrá segunda vuelta y además, con Sergio Massa de ganador por varios puntos encima del candidato libertario, dando vuelta el resultado de las PASO de agosto donde Milei había logrado ser primero y Massa tercero. El candidato peronista sacó 4 millones de votos más que en las Primarias y Milei se estancó. Cosas que pasan en una Argentina convulsionada, con problemas críticos en su economía y una deuda hasta un largo futuro por pagar que no la deja ni respirar. Una Argentina que no se explica en una mesa de café ni en un asado de fin de semana, porque hay que entender sus pasiones, su memoria y su historia.
Ayer domingo asistieron a votar unos 25 millones de argentinos, es decir el 75% de quienes estaban en condiciones de hacerlo. La alta concurrencia se dio cita después de una campaña complicada, donde la guerra sucia y las estrategias políticas que recorrieron todo el país accionaron en favor de la experiencia en desmedro de la improvisación.
Los resultados al 98% del escrutinio fueron los siguientes: Sergio Massa (Unión por la Patria) 36,6%, Javier Milei (La libertad avanza) 30%, Patricia Bullrich (Juntos por el cambio) 23,8%, Juan Schiaretti (Hacemos por nuestro país) 6,8% y Myriam Bregman (Frente de Izquierda) 2,7%. La segunda vuelta se definirá en noviembre entre Massa y Milei.
Ambos candidatos salieron en la noche agradeciendo cada uno a sus simpatizantes por su voto, su actitud y su lucha, prometiendo un mes de nuevas chances para captar el tercio que falta por capturar para vencer por simple mayoría al contendiente de turno. Pero se evidenció en primer lugar la postura corporal, el tono de voz y la cadencia del discurso de un Javier Milei golpeado por la derrota y sorprendido por el resultado. Intentó dar un mensaje “de resultado histórico” de su partido que, aunque sumó diputados nacionales y algunos senadores en el congreso, lo histórico hubiera sido ganar en primera vuelta, algo que, por hoy, parece estar más lejos.
Por su parte Sergio Massa habló durante 26 minutos en forma pausada y con un discurso de menor a mayor, in crescendo. Con la calma de quien se siente presidente convocó a lo mejor de la Argentina para gobernar por 4 años desde el 10 de diciembre, sepultando la famosa grieta entre los compatriotas, “la grieta se murió”, dijo. Su apuesta a conformar un gobierno de unidad nacional tiene que ver con construir y no destruir, con sumar y apostar a una industria nacional, lo contrario, a lo de su oponente que promete dolarizar la economía y abrir las fronteras a los productos del mundo. Pidió el voto de Juan, de Myriam y de los radicales e invitó a su familia y a la de su candidato a vicepresidente para mostrar analogía con el país, que busca ser una familia unida prometiendo no fallar y duplicar los esfuerzos para una nueva etapa. Un claro mensaje a su contrincante que busca la individualidad como tabla de salvación.
Si Milei dio el batacazo en las Paso de agosto, Massa pateó el tablero ayer en las elecciones presidenciales y estuvo a 4 puntos de ganar en primera vuelta. Ahora el oso está en el bosque y quedan 30 días para seducirlo. Casi un tercio de los argentinos hará oír su voz más interna para elegir entre dos opciones. Falta mucho y se define a tiros penales. Milei fue buen arquero, pero dicen que los penales se transforman en gol solo cuando existe una buena ejecución. El pitazo ya sonó, queda el murmullo en las tribunas y el eterno silencio del último segundo antes del chutazo final.
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(*) Periodista (Argentina)