———- O ———-
NIP (23/05/23 CDMX). La prensa mexicana, al igual que la de otros países “Ha sido con frecuencia el espejo complaciente de los poderes fácticos, y en contados casos (excepciones) su pesadilla recurrente.
Los hombres del poder requieren de quien entierre escándalos, convierta apariencias en verdades y mantenga la ilusión de que se vive en una sociedad limpia, y hay cantidad de periodistas que no dudarían en vender sus almas para servirles de recaderos o voceros mediáticos.
No puede ser de otro modo en países donde los gobiernos son la principal fuente de ingresos de la prensa, y donde han sido escasos los gobernantes mínimamente calificados para tareas distintas al abuso de poder, la grisura burocrática y la concesión de oportunidades” TIEMPO DE SABER, autores Julio Scherer y Carlos Monsiváis. Ed. Nuevo Siglo Aguilar 2003.
La relación del Poder Ejecutivo con los grandes medios de información ha cambiado en la actual gestión (2018-2024). En tal sentido, las conferencias matutinas del mandatario Andrés Manuel López Obrador es un ejercicio atípico y único en el mundo.
Es positivo que un presidente reciba preguntas y a la vez responda a medios nacionales y extranjeros (incluidos generadores de contenidos virtuales). Dichas conferencias duran entre 2 y 3 horas, además de giras los fines de semana, donde los reporteros de cobertura realizan más preguntas.
Las conferencias representan un foro con temas abiertos, donde todos (auditorio virtual y televisivo) pueden ver y escuchar lo que se pregunta, cómo se cuestiona y los temas de investigación, entre otros. Al concluir la misma queda el registro virtual para posteriores consultas.
En la actualidad, la cercanía del Ejecutivo con la prensa y el dialogo circular existente, es algo que no ocurría antes. Los gobiernos PRIANistas, no daban oportunidad de preguntar. Es más, los reporteros de la fuente -por cierto- consentidos, bien tratados y controlados por presidencia, no interactuaban. Salvo en entrevistas a modo.
El argumento anterior, pasa por una simple corroboración de quienes conocimos las políticas (teoría y praxis) de anteriores gobiernos. En mi caso desde José López Portillo (1976-1982) hasta Enrique Peña Nieto (2012-2018), fui testigo del ejercicio de un presidencialismo duro y violento contra sectores civiles (independientes, estudiantiles, sindicales, indígenas, etc). Tal contraste nos ayuda a entender la actualidad.
Así pues, en gobiernos anteriores las sociedades mediatizadas por intereses de comunicación oligárquica estaban eficazmente manipuladas. Y a los empresarios/propietarios se les garantizaba privilegios y ganancias, en tal escenario, arribaron las “mañaneras de AMLO” convirtiéndose en un ejercicio con repercusiones importantes. Su impacto y resultado son evaluados y estudiados (comunicación política contemporánea) en varias partes del mundo.
Una observación contextual: ¿Por qué los periodistas más encumbrados de los medios hegemónicos no van a las conferencias/diálogo circular? Una probable respuesta es que, a dichos medios (y estrellas televisivas), no les interesa dicho diálogo, solo reforzar narrativas de que todo está mal. Son personajes del viejo régimen que perdieron privilegios y quizá por ello exhiben obsesión visceral en sus contenidos. Con tal actitud, los medios de comunicación se transforman en medios de marketing político y económico.
Conclusión, no siguen los parámetros fundamentales del periodismo (rigor, contexto, contraste de fuentes, investigación, etc). No les interesa, le perdieron respeto al oficio, utilizando -en general- noticias falsas e inferencias. Pareciera que su papel es sembrar incertidumbre, temor y sistemáticamente descalificaciones. Y cuando son atrapados y expuestos en la mentira, se victimizan, levantando banderas de libertad (Art. 6 y 7 Constitucional).
El derecho a la información y el derecho de las audiencias es de todos, no es patrimonial de unos periodistas y mucho menos de los dueños de los medios.
Por otro lado, una de las reglas del periodismo en democracia es que no se mienta. Los hechos bajo ninguna circunstancia deben cambiarse. Repito, un periodista puede tener valoraciones e interpretaciones diferentes de un acontecimiento/hecho (de acuerdo a su línea editorial), pero los hechos no se pueden alterar. Sin embargo, ocurre y es frecuente.
Un comunicador desde el momento que utiliza información falsa (fake news), o saca de contexto hechos para manipular, no es periodista -y hay que ser claro y contundente- se convierte en “operador y mercenario” mediático.
Finalmente, nuevos escenarios tecnológicos inician su popularización en carreteras virtuales, como el uso de la inteligencia artificial (Chat GPT). Mismo que está diseñado para aprender de grandes cantidades de datos textuales y, a partir de ellos, generar respuestas coherentes y relevantes en un contexto determinado. Lo cual, es útil en una amplia gama de aplicaciones, incluido el periodismo. Ejemplo, puede ser utilizado para generar resúmenes de noticias o informes rápidos sobre eventos en tiempo real. También puede ayudar a encontrar información relevante en grandes conjuntos de datos, entre otras aplicaciones. Como nuevo paradigma, con seguridad su uso tendrá dos rostros: el luminoso y el oscuro. El periodista debe entender estos desafíos y crear sociedades con educación mediática para evitar manipulación y engaños masivos que podrían resultar altamente peligrosos.
———- O ———-
(*) Periodista (EPCSG) y Economista (UAM-A)
Categorías
- Artículos de Opinión (673)
- Artículos Literarios (123)
- Canal Interés Público (Videos) (62)
- CDMX (México) (375)
- ESTADOS (México) (73)
- Internacional (91)
- Latinoamérica (70)
- Libros (PDF), Reseñas y Documentales. (98)
- Prensa en General (1,430)
- Uncategorized (1)