———- O ———-
El ser humano, desde los principios de los tiempos, se vio reñido con el misterio que envuelve el arte de escribir poemas. La creación poética, a lo largo de la historia de la humanidad, estuvo ceñida por la discusión de si la fuente del poema era la inspiración divina o la razón humana.
La poesía en los tiempos de Platón, era un tema sacro ya que se creía que el poema era resultante de la inspiración que provenía de la iluminación divina. Pues, el soplo divino, canalizado a través de las musas, llevaba el poeta a entrar en un trance que le permitía recibir su inspiración sobrenatural. Eso porque la poesía era considerada algo externo al poeta.
Con el pasar del tiempo y el advenimiento de otras culturas, la comprensión del concepto de creación poética fue cambiando, en el Barroco, nacido en el siglo XVII, por ejemplo, empezaron a teorizar sobre las técnicas de composición basadas en el raciocinio lógico, en los juegos semánticos a través del ejercicio de la retórica, totalmente, alejado de la idea de proceso divino de creación.
Empero, el concepto clásico de inspiración retorna en el periodo Romántico, bajo la concepción de sensibilidad. Retomando el concepto metafísico de iluminación extra sensorial o conexión suprema, por medio de la cual la poesía se manifiesta en el poeta.
Con el pasar del tiempo, es en el Surrealismo que el concepto gira otra vez, ya que, para los surrealistas, la poesía debe ser como los sueños: libre de la razón, una manifestación del inconsciente.
Los teóricos contemporáneos, apuntan a nuevos conceptos de la creación poética sustentados en conceptos que aparecieron en el siglo pasado; como el concepto de desbordamiento, utilizado por el poeta Pablo Neruda, para explicar el impulso creativo. En un entendido de eclosión de las percepciones almacenadas en el espíritu del poeta. Cabe resaltar aquí, que ese concepto se diferencia del concepto de inspiración, concepto considerado impreciso, poco científico. Mientras que desbordamiento, contiene en sí mismo, la idea de acumulo y rebalse de experiencias sensibles, logrando reflejar el fenómeno de la creación.
Otros teóricos del siglo XXI, prefieren conciliar extremos, al reconocer que el poema necesita de la parte lógica, racional y técnica del poeta para recibir la forma, empero que es imprescindible el toque emotivo, inconsciente, que, según ellos, proporciona el lirismo o clima lírico, expresión que Staiger (1977) usó para definir la instauración del momento poético.
Desde mi punto de vista, la creación poética tiene un vínculo directo con las experiencias profundas vividas, sumadas al proceso de asimilación del mundo por el poeta y su consecuente transformación en poesía. Así mismo, hay una parte en cada poeta que se alimenta de oscuros, de dolores viejos, de instinto, de desentendimientos y contradicciones que normalmente no son propios, pero el poeta observa profundamente y se apropia al buscar la esencia de las cosas para querer llegar a la verdad de la vida a través de la poesía.
Siendo así, la creación poética, nacería de la experiencia observada en profundidad propia o no, en una relación muy privada del poeta con el mundo.
En fin, la creación poética es el intento de encontrar la salvación por medio de la palabra, pues a través de ella, el poeta se relaciona de forma transparente con la verdad, con su verdad y con la vida, que es un concepto por demás universal y al hacerlo salva al otro, porque la verdad es absoluta, por ende, de todos.
———- O ———-
(*) Licenciada en Filosofía, gestora cultural, escritora, poeta y crítica literaria. Columnista en la Revista Inmediaciones (La Paz, Bolivia) y en periodismo binacional Exilio, México.
Categorías
- Artículos de Opinión (673)
- Artículos Literarios (123)
- Canal Interés Público (Videos) (62)
- CDMX (México) (375)
- ESTADOS (México) (73)
- Internacional (91)
- Latinoamérica (70)
- Libros (PDF), Reseñas y Documentales. (98)
- Prensa en General (1,430)
- Uncategorized (1)