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Santa Cruz/ Bolivia (5/12/20). Cyrano de Bergerac, hombre elocuente, poeta, caballero y de prominente nariz, está enamorado de su hermosa prima, Roxana, pero esta no le corresponde; por el contrario, ella le confiesa que está perdida por Christian de Neuvillette, un joven soldado que, sin embargo, tiene muchas dificultades para expresar poéticamente sus sentimientos. El limitado pretendiente acude al vate para que le ayude a escribir cartas de amor. Las misivas son tan poderosas que la doncella llega a decir que amaría a Christian, aunque fuera feo. El resto de la obra del francés Edmond Rostandt es universalmente conocida, pero muy pocos quizás puedan dimensionar la belleza del oficio del escritor fantasma, personificado en ese “poeta por encargo” del siglo XVII.
Un escritor fantasma, también llamado “negro literario”, es un periodista o escritor profesional a quien se contrata para escribir, por cuenta de otra persona o bajo su nombre, autobiografías, cuentos, artículos, novelas, o incluso discursos, en especial para políticos, actores o personas carentes de competencia en este tipo de trabajos literarios, sin recibir oficialmente el crédito como autor de esas obras.
A lo largo de mis 27 años de carrera profesional yo también fui un escritor por encargo. Recibí muchos pedidos de textos para ser publicados por terceros. En algunas oportunidades aparecí como editor, colaborador o firmé con seudónimos; y, en otras, solo cobré por mis servicios para desaparecer después de escena, cumpliendo con cláusulas de confidencialidad que suelen ser exigidas en este tipo de proyectos.
Mis clientes más importantes en este oficio han sido varias personalidades, instituciones y agencias de desarrollo que me contrataron, generalmente con financiamiento de la cooperación internacional, para relatar sus experiencias en favor de comunidades campesinas a través de diversas iniciativas de desarrollo económico local, protección del medio ambiente y otros proyectos, cuyos resultados pocas veces son publicados; en la mayoría de las ocasiones se pierden en los informes a los financiadores.
Desde principios del nuevo milenio fui convocado para documentar historias increíbles a lo ancho y largo del territorio nacional. Fui testigo de cómo, en la aridez del altiplano, los campesinos aimaras son capaces de producir lo que uno pueda imaginar, con un poco de ayuda y transferencia de tecnología; tiempo después conocí a una señora en el norte amazónico, cuya vida cambió cuando dejó su oficio como administradora de un lenocinio para dedicarse a la agroforestería; asistí al milagro de la producción de leche en las inmediaciones de Tiahuanaco, donde las mujeres abrigaban con colchas a sus vacas para que no se mueran de frío; fui testigo de una masiva experiencia de trueque comunitario en Presto, Chuquisaca; entré sobrio a las destiladoras de singani artesanal en Tarija y salí de ellas no en el mismo estado; y me caí de espaldas al levantar la mirada para ver las copas de los inmensos castañales en Pando.
En la Bolivia profunda escuché y sistematicé las historias de las luchas de nuestros hermanos, la osadía de sus sueños, las ocasiones en que fueron derrotados y las otras tantas veces en que se levantaron; todo ello mientras compartían conmigo los frutos de su trabajo. Comí con ellos en sus apthapis y hubo ocasiones en las que me hicieron campito en sus casas, cuando, muerto de cansancio, no podía manejar de vuelta a los hoteles donde estaba alojado.
Poco a poco los temas comenzaban a diversificarse y también me pidieron que escriba sobre iniciativas extraordinarias que sucedían a nivel urbano. El año 2006, documenté, por ejemplo, el concurso VECINOS EN ACCIÓN, CONSTRUYENDO UNA CIUDAD PINTUDA, por encargo del Centro de Estudios para el Desarrollo Urbano y Regional, CEDURE, experiencia cruceña que fue reconocida por Naciones Unidas, UN-HABITAT, como una de las Mejores Prácticas para Mejorar la Calidad de Vida.
En 2008, documenté el proceso y los aprendizajes que arrojó la preparación de los niños de Vinto y Sipe Sipe, en Cochabamba, para enfrentar desastres naturales, a pedido de la organización ITDG Soluciones Prácticas. Ese mismo año también fui invitado por Conservación Internacional para la sistematización de la experiencia INTERCAMBIO SUR-SUR ENTRE CHINA, BOLIVIA, PERÚ, MADAGASCAR Y SUDÁFRICA sobre diversas iniciativas de ecoturismo en dichos países.
Cobraba en metálico por cada uno de estos documentos, pero también ganaba insumos para mis historias y los más insólitos conocimientos. Fue en la selva amazónica peruana cuando vi por primera vez la famosa planta de ayahuasca, un bejuco cuyos efectos alucinógenos permiten que el espíritu salga del cuerpo sin que este muera y le transfieren al que lo consume los poderes de la adivinación. El ritual para su uso es riguroso y exige, entre otras cosas, varios días de abstinencia sexual previa. Lamentablemente, ese requisito me descalificó así que debí proseguir el recorrido sin poder convertirme en chamán.
El año 2009 me fue confiada la elaboración de la MEMORIA DE LOS VEINTE AÑOS DE EDITORIAL LA HOGUERA; nueve años después, la familia Cortez me solicitó la investigación, redacción y edición de la MEMORIA INSTITUCIONAL 50 AÑOS HOTEL CORTEZ.
El año 2012 fui contratado por el Instituto Boliviano de la Montaña y la Fundación Amigos de la Naturaleza para sistematizar el proyecto PREVENCIÓN, CONTROL Y USO DEL FUEGO EN LA CHIQUITANÍA.
En 2014 trabajé en la SISTEMATIZACIÓN DE ACCIONES DE DESARROLLO DE CAPACIDADES EN GESTIÓN PÚBLICA, GESTIÓN DE RIESGOS DE DESASTRES Y ADAPTACIÓN AL CAMBIO CLIMÁTICO en el marco del programa GESTOR/CONCERTA, con financiamiento de Swisscontact.
Entre 2015 y 2017 dejé de escribir por encargo para dedicarme de lleno a mis propios proyectos literarios, mis cuentos infantiles y el presagio de la caída de Evo Morales, que anticipé en 2018 en las páginas de LA ÚLTIMA EVADA.
En 2019 volví a ser solicitado para escribir una historia épica sobre un momento histórico en el desarrollo de Santa Cruz y que no tiene que ver con las luchas cívicas, pero que es igual de importante. Pronto saldrá a la luz.
Ser un fantasma literario, escribir para otras personas e instituciones ha sido mágico y gratificante, incluso las veces que hice memorias y biografías para personalidades que las han presentado como si fueran de su autoría. Yo siempre estaré agradecido por haber sido parte de aquellos sueños alcanzados, cómplice anónimo de sus libros publicados.
En 2021 pondré nuevamente todo mi talento y mis destrezas al servicio de los demás. Desde ya me pongo a disposición de quienes quieran conservar su legado o las historias de sus empresas o de sus seres queridos en un libro, físico o digital, como una herencia para su descendencia o para el resto de la humanidad.
Volveré a escribir por encargo todo lo que me pidan, ¡hasta cartas de amor para conquistar a aquellas doncellas imposibles, a lo Cyrano! Lo único que recomiendo a los interesados es que se decidan pronto, no vaya a ser que la pandemia o cualquier otro azar del destino acorte los tiempos y nos priven de sus aprendizajes o de sus regalos.
(*) Escritor y periodista
Correo: alfinxs@gmail.com. WSP (591)76034332
www.alfredorodriguezautor.com
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