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NIP 05/10/19 (Reportero Jorge Gallo García). Cerca de la segunda década del siglo XXI el sindicalismo mexicano ya no es el mismo; los cambios provocados por las Tecnologías de la Información y el uso masivo de las redes sociales, han puesto al político en el ojo del huracán, bajo la mirada ciudadana, y hacen que los personajes que toman las decisiones den la cara, que se comprometan con sus agremiados, pero, sobre todo, que garanticen la estabilidad laboral, seguridad social y se salvaguarden los derechos que marca la ley.
Así es como Carlos González Merino, aspirante a dirigir el Sindicato Único de Trabajadores del Gobierno de la Ciudad de México (SUTGCDMX), visualiza el nuevo sindicalismo no sólo en México, sino en América Latina.
Licenciado en derecho de profesión y ex magistrado de la Segunda Sala del Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje, González Merino ve en la participación activa de los trabajadores, la mejor arma para combatir el viejo molde de sindicatos sumisos con las cúpulas del poder, el “sindicalismo charro” y líderes perpetuos, que traen beneficios para la clase dirigente, pero que, el trabajador común y corriente, ve vulnerados sus derechos.
Pero con los nuevos sistemas políticos y económicos, que se cargan a la derecha empresarial, que ven al sindicalismo como un enemigo a la libertad total del mercado, o bien, con los gobiernos populistas de izquierda, que pretenden controlar el sindicalismo para volver al corporativismo y al control de las bases como una forma de contar con el apoyo de los mismos, ¿es posible que los trabajadores mantengan los derechos ganados por la lucha sindical y a la vez, mantengan su autonomía?
González Merino considera que sí, de ahí la importancia de conservar y fomentar el voto libre, personal y directo, para evitar que las dirigencias sean puestas por las cúpulas de poder, y que sea el propio trabajador quien las elija.
Sin embargo, aclara que es necesario que se respeten las reformas vigentes para elegir a la dirigencia que encabezará el sindicato más grande e importante de la CDMX, durante el trienio 2019-2023, donde se impide que el próximo presidente del SUTGCDMX, sea electo bajo el esquema anterior, donde la decisión se daba por el consenso de 120 delegados.
Cabe destacar que uno de los problemas más serios que atraviesan los trabajadores en general -tanto los del sector privado como de gobierno-, es la contratación por outsourcing o terciarización, esquema que ha quitado gran parte de los derechos laborales, así como la baja real en las percepciones económicas, o en prestaciones, y ha sumido al trabajador en una imparable pauperización del empleo.
Al respecto, quien también se ha desempeñado como vicepresidente laboral del SUTGCDMX, propone a la base, salvaguardar los derechos ganados durante décadas, garantizar un salario justo y suficiente, así como otorgar pensiones dignas al momento de jubilarse.
Finalmente, asegura que la única forma de garantizar una elección limpia, transparente y que garantice beneficios para los trabajadores, es precisamente con la participación de los mismos, por lo cual hace la invitación a los activos en el SUTGCDMX, se informen, participen y conozcan sus propuestas.
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