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Evidentemente es una metáfora, como la agrupación “Periodistas de a pie” (México) pero el rigor y tratamiento de contenidos en los distintos géneros (crónica, reportaje, entrevista, etc), no. Estos deben reflejar inclusión y contacto en primera persona. De su interacción saldrán historias, relatos, miserias y heroicidades de ciudadanos, sin voz, anónimos.
En América Latina es común el crecimiento intenso de ciudades sin proyecto urbano -incluida anomalías y rezagos- generando como resultado: desorden social, desigualdades, contradicciones, conflictos y manipulación o banalización comunicacional.
En el camino recorrido en aulas, medios impresos y digitales observé una frecuente grieta de dimensiones distintas en universidades o centros donde se forman comunicadores, ya que sus egresados suelen adolecer de lo fundamental para un periodista “escribir bien” (sustancia y contenido, entre otras precisiones).
En general la mayoría sale con habilidades en manejo de programas de edición, páginas webs, redes sociales, emprendedurismo virtual, cámaras, micrófonos, etc. La situación aún es más visible cuando –a pedido expreso- deben guardar el celular y redactar a mano en hoja de papel, un par de párrafos o breve artículo en 20 minutos, ¿el tema? La noticia más relevante del día, en casi todos los casos, comenten los mismos errores.
La esencia de cazar historias reside en afilar la pupila y aguzar el oído, ser sensible, ser escucha y escuchar mucho, además de desarrollar una mirada contextual, diferente y certera, aspectos que los nuevos profesionales carecen o se olvidaron de ella, ¿las razones? Varias. Pero mencionemos algunas: intereses económicos, línea editorial y sesgos informativos de sus medios. Por cierto, en estas dinámicas (primeras dos décadas del siglo 21) no se puede ignorar que el periodismo, el desarrollo del internet y los equipos tecnológicos van evolucionando de la mano.
SUGERENCIAS DE TEMAS PERIODÍSTICOS para Santa Cruz (Bolivia).
Solo para mencionar algunos temas olvidados de agenda pública o si fueron abordados quedó en nota roja y sin seguimiento. Razón por la cual sugiero un tratamiento integral de los siguientes temas y subtemas. Veamos:
1. Pandillas: Causas, efectos, diagnóstico e impacto en la sociedad.
2. Salud pública y privada: Abandono, improvisación y negligencia en el sector público, excesivos costos privados, falta de control en infraestructura y servicios, carencias, fallas recurrentes, etc.
3. Administración de justicia: Costos, impunidad, corrupción, delitos frecuentes, etc.
4. Seguridad Pública: Policía, requerimientos, falencias, improvisación y otros. Cárceles: ¿reinserción social?, hacinamiento poblacional, conflictos internos, etc.
5. Violaciones a infantes, abortos clandestinos, la doble moral de la sociedad, derechos humanos de niños y adolescentes en ciudad y provincia, etc.
6. Narcotráfico y crimen organizado: crecimiento de distribución y consumo de drogas, estrategias ilícitas, nuevas rutas en Bolivia, incremento de sembradíos de coca, lavado de dinero, presencia de carteles mexicanos, etc.
7. La Cultura en el oriente boliviano: Recursos económicos, planes, estrategias, políticas públicas municipales, el papel de medios en el fortalecimiento identitario, etc.
Temas y más temas que ameritan reportajes de investigación, además de un manejo adecuado y exhaustivo, que recoja distintas aristas y caras de la realidad y sus actores. Sin olvidar –claro- rigor, contextualización y contraste de fuentes.
La materia prima de las historias debe ser lo que le pasa a la gente, escuchar sus problemas y contarlos. Me refiero a esa población que, precisamente por sus condiciones desfavorables, tienen pocas posibilidades de hacerse espacios en la prensa convencional.
Se trata de desarrollar un contenido cercano y con respeto, es curioso que este tipo de periodismo a gran parte no le gusta, prefiere el aspiracional o de farándula, porque no quiere prestar atención a realidades feas, por lo tanto abandonadas y ocultas.
En consecuencia entendemos por periodismo a ras de tierra, aquel que busca generar reflexión, crítica, autocritica, argumentación y análisis, con el objetivo de descifrar los momentos contemporáneos de América Latina y el mundo.
Finalmente, insistimos en la responsabilidad asumida con nuestros lectores, (revistas impresas y virtuales) luego de décadas de congruencia, complicidad y testimonio, de palabra y compromiso, cubriendo tópicos y hechos escabrosos, dolorosos, afortunados y trágicos. Y parafraseando a Gabriel García Márquez en “el mejor oficio del mundo” y también “mal remunerado”.
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(*) Periodista y economista