¿Qué es México siempre? El desastre y la tragedia mexicanas se repiten una y otra vez, la última de las cuales ha despertado la solidaridad sin ambages de toda su población. Los políticos, siempre atrás, siempre tarde y la televisión en un descrédito constante que esta vez parece no se salvará. ¿En qué radica nuestra capacidad para sobrevivir? ¿Qué tienen los mexicanos para arder tanto y resucitar mirando para adelante? ¿Cómo seguimos?
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Ciudad de México, 24 de septiembre (SinEmbargo).- No caerá. Sobrevivirá como lo ha hecho siempre, desde que fue fundada, dice un amigo. ¿En qué radica su capacidad para sobrevivir? ¿Qué tienen los mexicanos para arder tanto y resucitar mirando para adelante? ¿Cómo seguimos?
Si algo podría ser caracterizado a la hora de las tragedias en México es orgullo; la lástima, la compasión, duran sólo un instante. El resto es el pecho inflado como Moctezuma y a seguir adelante.
No estamos hablando de tormentas pequeñas, de cómo la vida en otros territorios tiene más valor, sino de cómo nos enfrentamos a nuestras grandes pesadillas, como que cada día hay noticias tremendas y ponemos el cuerpo para que nos sigan pegando y avanzar.
El otro día, Netflix puso Veronica Guerin, la historia de cómo una periodista no mayor de 30 años se enfrenta al narcotráfico y la matan. La leyenda es de Irlanda. Es una película del 2003 y uno ve cómo a lo terrible de su asesinato, luego se instituyen leyes que mandan a los capos a la cárcel y reducen la criminalidad a un 15 por ciento.
Aquí, donde no terminamos de llorar por un periodista –como fue el caso de Javier Valdez-, inmediatamente aparece otro y ya van 36 en todo este año. Pocos podrían decir que a la gente no le importa. Claro que le importa, pero ¿qué hacer?
El mundo está tremendo, no es sólo México, pero ¿qué significa México siempre?
Un terremoto que deja inhabitable Juchitán, donde se ve la casa de Cultura totalmente destruida; Oaxaca, a los siete días, un terremoto deja nocaut a la Ciudad de México, a Morelos, contando los feminicidios que una semana antes nos habían dejado boquiabiertos.
Muertos acá, muertos para allá y en el medio miles de casos de mexicanos que dan la nota: Niño chihuahuense de 7 años gana primer lugar en campeonato de Matemáticas, Lupita González gana medalla en el Mundial de Atletismo en Londres, los mexicanos en Europa hicieron 70 goles en 2015 y en estos días, Miguel Layún y Javier Hernández se unieron para crear una nueva iniciativa: YoXMéxico, una plataforma de donativos en la que se podrá apoyar desde cualquier parte del mundo.
“Es difícil obtener, al instante, enseñanzas positivas del desastre. Ya estábamos espantados por los feminicidios, que son una expresión brutal de nuestro machismo y nos cayó la mala broma de una repetición sísmica, justo 32 años después, otro 19 de septiembre, y reencontramos, además del gesto destacable de la solidaridad (que se ha desbordado, como siempre), vicios añejos, como la manipulación informativa a favor de las instituciones, que es en lo que se está convirtiendo la cobertura mediática”, dice el escritor y periodista Alejandro Toledo.
¿Qué es México siempre? El empeño para sacar a Frida, del colegió Rébsamen y al mismo tiempo el reality show protagonizado por Danielle Dithurbide en la puerta de la escuela: ¿era todo un montaje? El tipo que pide un aparato para medir la temperatura porque otro tipo se la robó mientras nadie se daba cuenta.
“No sé si esto tiene que ver con la capacidad de sacrificio. El sacrificio y el aguante al parecer nos inspiran, a veces aguantamos lo indecible. Esa capacidad, a veces excesiva, a veces autodestructiva, nos da alas”, dice la autora Ana García Bergua.
“Espero de verdad que tantos corazones sacrificados en este temblor opere, como en 1985, el resurgimiento de la sociedad civil, la confianza en el altruismo y la organización para la solidaridad. Resistimos los temblores, pero hay cosas que México no tiene por qué seguir aguantando, como la delincuencia, la corrupción y la impunidad”, agrega.
¿Una limitación democrática y una gran fortaleza civil?, eso es lo que dice la periodista Myriam Vidriales, jefa de comunicación de Editorial Planeta.
“México de pie porque en un país en donde el Estado NUNCA ha existido, la solidaridad y el humor es el único lazo real que tiene la gente. Esa es nuestra tara y nuestra gloria. Es nuestra gran limitación democrática y nuestra gran fortaleza civil”, afirma.
EL ECO LLEGARÁ HASTA LAS ELECCIONES DEL 2018
“El eco de los terremotos llegarán a las elecciones del 2018”, dice con convencimiento el escritor Rafael Pérez Gay. Vive en La Condesa, donde vio cómo la solidaridad se hizo carne entre la gente. “Empiezo por esto porque es el momento en el cual las personas se volcaron a la calle, en La Condesa, en La Roma, en Coapa, a ayudar. Parece ser que hay un espíritu que está más allá de la tragedia y que nos hace responder con gran fuerza y determinación en el momento en el cual decimos que hemos llegado a un borde de algo realmente grave”, dice el autor de Nos acompañan los muertos.
“El martes estuve en la esquina de Ámsterdam y Laredo y vi una escena realmente conmovedora, por la organización, por la fuerza y por la determinación para sacar desde los escombros una vida. Algo que me llamó la atención la mayoría de los jóvenes que se habían volcado a la calle. No sé, de entre 20 y 25 años, lo cual echa por tierra a todas las teorías sobre los millenials o sobre la indiferencia de los adolescentes. Si hay una causa realmente importante los jóvenes salen, pero nuestra clase política se ha divorciado en muchos sentidos de la sociedad y de muchos más de sus jóvenes”, afirma Rafael.
“Esta solidaridad no es nueva, en el que Monsiváis escribió en Proceso y dijo que la sociedad civil había tomado el control de la ciudad en 1985, mientras el Gobierno se escondía. Recuerdo San Juanico, lo de la gasera, recuerdo momentos de 1968…la solidaridad es esa forma de conectarse con el sufrimiento de los otros y al parecer tenemos desarrollado ese sentido. A mí me llena de orgullo y me inyecta una rara fuerza. Es decir, un grupo de rescatistas que canta “Cielito Lindo” mientras separan piedras es realmente conmovedora”, expresa.
Las palabras de Pérez Gay hacen pensar que México ha cambiado para bien, pero su clase política tira para atrás, todo el tiempo. “Hay un divorcio, no hay un liderazgo, creo que el Presidente lo ha hecho bien pero no ha sido suficiente. Aun cuando la información sea difícil, trágica, no ha habido un político que se lo comunique a la gente. En cambio la sociedad ha avanzado muchísimo en la conciencia del otro, en las libertades civiles. La clase política mexicana está desfondada y lejos de su sociedad y estos ecos llegarán a las elecciones de 2018. Te puedo asegurar, estoy convencido, de que este temblor del 19 de septiembre de 2017 llegará a las elecciones”, dice.
“Hay muchos edificios a derrumbarse, en un estado deplorable. Hay un éxodo en La Condesa, en La Roma, el miedo se ha hecho carne en las personas. Tenemos que pedir que los edificios se derrumben, que no los maquillen y la otra es que hemos avanzado mucho en lo civil pero donde se atora muchísimo es en la reconstrucción. Hay caldo de cultivo de la corrupción, del robo y del fraude”, afirma.
“Un porcentaje de ese dinero que se utilizará para cartones, lonas, frazadas, que no sirven para nada, se done a la reconstrucción. Es Oaxaca, es la Ciudad de México, es Morelos, es Puebla, casi todo el país pasa por un túnel oscuro que no sabemos dónde va a desembocar y creo que los Partidos Políticos deberían donar parte importante de todo ese gasto para la basura que veremos en el año siguiente”, concluye.
“Han sido dos días realmente duros, tristes y agotadores. Y ahora llueve. Pero la empatía y la solidaridad han sido bestiales. Lo que la gente está haciendo y lo que está dando es la mayor muestra de colectividad que me haya tocado ver. A pesar de la desorganización, que no podía ser sino mucha, hay un movimiento subterráneo que nos ha puesto a todos sobre la misma ola. Y a pesar de estar cargando piedras o moviendo cascajo o empujando carretillas o pasando cubetas, lo que se siente, lo que se ve, lo que estamos haciendo, es, por una puta vez, tocar la vida”, expresa con gran sentimiento el autor Emiliano Monge.
“Pues mira: vivo en la Roma y desde el primer segundo del terremoto vi polvo, tristeza y destrucción. El barrio que me ha acogido durante casi 15 años está lastimado, herido. Es como una niña/niño a la que (al que) han atropellado y todos queremos salvarla (salvarlo). Porque la vida, la pinche vida, es el bien común.”, cuenta el periodista Alejandro Almazán, guionista de la serie El Chapo.
“Yo debería estar desalojando mi casa, pero aquí sigo. Las pinches autoridades, como siempre (hablo de Ricardo Monreal, de Miguel Ángel Mancera) no han mandado a gente de protección civil a revisar edificios. Es la misma gente que está enviando a ingenieros para ayudar. Te cuento este pequeño cuento porque en vez de huir, acá seguimos los vecinos, ayudando a los otros porque esos otros somos nosotros.
Esta vez me olvidé de escribir. Hoy mis manos sirven para otra cosa mucho mejor que un texto que nadie leerá. Gracias por preguntar y estar chambeando en medio de esta pinche tristeza”, afirma.
Paco Ignacio Taibo II, empeñado en las labores de asistencia, que nuestra capacidad para sobrevivir corresponde a “un lazo interno, profundo, de solidaridad popular, que recorre el conjunto de una sociedad de una manera extremadamente generosa”.
“El problema de todo esto es quién chingados pone el fuego. Los accidentes naturales se producen en todas partes del planeta, pero sucede que los mexicanos vivimos con que la coordinación de estos accidentes naturales siempre está hecha por corruptos o por ineptos. Y en esa medida todo tiene un costo más alto”, dice el reciente autor de La Patria.
“México de pie significa que una ciudad se levanta de sus propias cenizas. ¿Cómo seguimos? Convirtiendo esta fuerza en algo positivo que ayude a sanar heridas”, concluye.
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FUENTE: http://www.sinembargo.mx/24-09-2017/3312875
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