
–Polémica cinta que aún levanta pasiones
–Violenta pero seductora
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“Asquerosa, violenta y escatológica”, fueron algunos de los adjetivos que se llevó la controvertida cinta “El ciempiés humano” (2009), película del director neerlandés Tom Six, y a pesar de que su estreno fue limitado y hasta prohibido en algunos países, la crítica la consideró como destinada a ser considerada “de culto”, por lo violento y bizarro, tanto en sus escenas como en la trama de la misma.
La historia se basa en la existencia solitaria de un afamado cirujano alemán, el doctor Josef Heiter (Dieter Laser), quien se encuentra peleado con la sociedad y con un profundo resentimiento hacia la humanidad, y tiene en mente un experimento que lo hará posicionarse como un gran científico, capaz de lograr lo que nadie ha hecho hasta ese momento.
Viviendo en una lujosa y solitaria mansión, planea la forma de encontrar “candidatos” para su experimento cumbre. El doctor Heiter ganó fama y reconocimiento como un gran cirujano, que se destacó por su enorme habilidad para separar gemelos siameses, pero ahora será al revés, al poder unir por medio del sistema gastrointestinal a tres personas, las cuales estarían unidos por el ano y la boca, formando así una especie de ciempiés humano -de ahí el nombre de la cinta-.
Buscando víctimas para el singular experimento, “sale de cacería” con anestésicos para dormirlos y poder llevarlos a su villa, que dicho sea de paso, se encuentra en medio del bosque, aislado de otras casas, elemento muy presente en las cintas de terror.
Por otra parte, dos turistas estadounidenses que andan recorriendo Europa, Lindsay (Ashley C. Williams) y Jenny (Ashlynn Yennie), de noche, van a una fiesta pero por mala suerte, sufren un pinchazo en el neumático del auto en que se transportan, quedando literalmente, en medio del bosque y de la nada. Espantadas por sentirse vulnerables al comprobar que sus teléfonos móviles no tienen señal, se internan en el bosque en busca de ayuda; luego de una inesperada lluvia y desesperadas, encuentran una casa, por lo que deciden tocar la puerta y pedirla.
Para su desgracia, es la mansión y clínica improvisada del doctor Heiter, quien aprovecha “este regalo”, y les permite pasar, invitándoles agua mientras él llama a la policía; sin embargo las droga y cuando ambas recobran el conocimiento, se encuentran amaradas a una cama de hospital y donde el científico loco, les revela su secreto.
Ellas serían parte del experimento, y les muestra que ya lo había intentado con tres perros Rotweiler, que pudieron ser unidos, pero finalmente habían fallecido, pero había llegado el momento de realizarlo con humanos.
Ahí se encuentran con un hombre que yacía semiconsciente en otra de las camas, pero al considerarlo no apto, decide matarlo para posteriormente deshacerse del cadáver en su propia finca. De manera fortuita, Lindsay logra desatarse y tratar de escapar, pero Heiter la descubre y la domina, advirtiéndole que, en el experimento de los perros, quien está en medio del ciempiés es quien más sufre, por lo cual ese será su lugar, y vuelve nuevamente a amarrarla a la cama.
Posteriormente, Heiter llega con un turista japonés de nombre Katsuro (Akihiro Kitamura), y comienza el procedimiento, advirtiendo que les cortará los ligamentos de las rodillas, para que solo puedan gatear.
Finalmente logra su objetivo, Katsuro queda adelante, Lindsay en medio y Jenny en el tercer lugar; la boca de las mujeres queda unida al ano del otro participante, por lo cual alimenta a Katsuro, esperando a que este defeque para que quien está detrás se alimente del excremento y lo mismo pase con la tercera de esta rara cadena humana.
El científico goza con su creación y la ve como una mascota, por lo cual tiene una larga jaula para regodearse, pero no cuenta con la resistencia y rebeldía de Katsuro, que además de ofenderlo, se defiende, logrando morderlo en los tobillos y posteriormente, herirlo con un bisturí.
En este lapso, la tranquilidad y soledad de la lujosa finca es interrumpida por un par de policías, que andan investigando la desaparición de los tres turistas, además de un camionero, ya que ambos vehículos fueron encontrados en la zona, pero de sus ocupantes, no hay señal.
Ante lo raro del comportamiento del cirujano, los policías dicen que regresarán en veinte minutos con una orden para poder revisar la casa a fondo, y es en ese tiempo donde se da el desenlace de la cinta, que termina con los dos policías y el cirujano muertos al enfrentarse a balazos, y con el suicidio de Katsuro, quien se corta la garganta con un pedazo de vidrio, dejando a las dos chicas unidas a él y sin poderse mover.
CRÍTICAS
La cinta levantó diversas críticas, tanto positivas como negativas, siendo catalogada como una aberración y una cinta ilógica, que solo buscó el morbo por las escenas de mutilaciones al cuerpo humano, colocando la cinta en un género bastante popular en Japón y aunque no es mayoritario en Estados Unidos, tiene buen número de seguidores, que es el “body horror”, u “horror en el cuerpo”, que se caracteriza por cintas bastante gráficas en la violencia, torturas, mutilaciones y amputaciones.
Sin embargo y lo que llama la atención es que las críticas y la recepción fue distinta en los diferentes países donde se estrenó -aunque con muchas limitaciones-.
En Japón -que se caracteriza por cintas rudas y violentas-, fue una película promedio, pero en Francia y otros países europeos, fue rechazada, satanizada y vista como una propuesta que solo buscaba escandalizar y no aportaba nada positivo al cine del viejo continente.
Pero en España causó risa, por lo ilógico de la trama, pero las actuaciones fueron aplaudidas por la crítica especializada.
En Estados Unidos, se limitó su proyección a ciertos círculos de cine de autor y en horarios nocturnos, sin embargo, los amantes del gore y del body horror, la convirtieron en una cinta de culto.
Por su parte, en México fue relegada a circuitos universitarios y unos cuantos cines, con “clasificación c” y horarios nocturnos, misma suerte tuvo en América Latina.
Incluso, en plataformas de cine sin costo como YouTube, no se encuentra disponible y en aquellas de sí se encuentra, es necesario comprobar que la verá alguien mayor de edad y bajo la advertencia de tener un fuerte contenido de violencia explícita.
EL DIRECTOR
Tom Six, director de la cinta, rememora que la idea nació cuando platicaba con unos amigos tras ver las noticias, donde se abordaba el caso de un pedófilo que había sido detenido por la policía, y al platicar sobre un castigo justo para personas que abusan de niños, uno de los presentes dijo “unirle la boca al ano de un hombre obeso y que trague mier…” .
De ahí comenzó a escribir el guion y cuando lo tuvo, buscó financiamiento, pero omitió muchos detalles pues de antemano sabía, que bajo esta temática, muchos patrocinadores se negarían a apoyarlo, por lo cual los recursos fueron limitados pero con una buena dirección y excelentes actuaciones, llevó a cabo el proyecto.
Con el tiempo, esta cinta ha sido vista como una dura crítica al nazismo y los experimentos que se llevaron a cabo en los campos de concentración de la Alemania Nazi, y los que realizaron los japoneses durante la segunda guerra mundial, a los prisioneros chinos, hechos históricos de los que se habla muy poco.
Actualmente, colectivos animalistas usan la cinta como una metáfora hacia el sufrimiento que viven los animales en laboratorios que siguen experimentando cosméticos y fármacos con seres vivos, bajo la premisa “qué pasaría si los propios seres humanos fueran expuestos a estas crueldades en nombre de la ciencia”.
La cinta permitió que el nombre de Tom Six surgiera en el universo de directores, y le dio la posibilidad de realizar dos cintas más, bajo el mismo nombre, “El ciempiés humano 2”, y “El ciempiés humano 3”, con diferente temática pero con el mismo recurso de violencia extrema y mutilaciones, para deleite del público fanático del gore y del body horror, y repudiadas por la crítica cinematográfica tradicional.
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(*) Investigador y docente