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NIP, Santa Cruz (20/09/25). La música y la esperanza se instalaron en Santa Ana de Velasco. Este jueves se inauguró el Primer Encuentro Infanto Juvenil de Música Barroca “Que la música no se quede sin selva”, que reúne a siete orquestas sub17 y conecta las tradiciones, el legado misional y la riqueza natural que se conjugan en esta población de la Chiquitanía, en Bolivia.
Las orquestas de San Miguelito y San Ignacio de Velasco fueron las encargadas del concierto de apertura, en el que emocionaron al público con un repertorio que incluyó piezas del Archivo Misional de Chiquitos, clásicos como Vivaldi y música del oriente boliviano.
La Cacique de Santa Ana, Yanine Rocha Surubi, y el anfitrión del evento, Milton Cortez, dieron la bienvenida a las orquestas, invitados y visitantes que comenzaron a llegar desde temprano. En su discurso, Cortez destacó que este festival “trasciende las partituras y los violines, es un canto de esperanza, dignidad y renacimiento para un pueblo que se erige con fuerza frente a las adversidades”.
Recordó que hace apenas unos meses los incendios arrasaron más de 10 millones de hectáreas en Bolivia, golpeando a la Chiquitanía y obligando a cientos de familias a salir de sus viviendas o luchar en primera fila contra el fuego. No obstante, hoy los niños y jóvenes de la región mantienen viva la música como un acto de resistencia y resiliencia frente a este tipo de situaciones, expresó.
“Con cada nota que resuena en estas iglesias, nos dicen que el espíritu no se apaga, que hay luz donde todo parecía consumido”, afirmó Cortez.
También valoró el compromiso de Fundación Flades, CAF y otros aliados, que junto a la comunidad impulsan un plan de autosustentabilidad con cultivos de moringa, vainilla, cúrcuma y otros productos destinados a fortalecer la escuela de música y los proyectos locales, consolidando medios de vida para la población local. “Es un círculo virtuoso donde la tierra sana al espíritu y la música cosecha dignidad”, añadió.
Así arrancó este encuentro, que continuará hasta el 21 de septiembre con una serie de conciertos y diversas actividades que buscan reconectar arte, naturaleza y justicia social en el corazón de la Chiquitanía.
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