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CDMX (7/09/25). Intenso, emotivo, profundamente humano. Así puede describirse el concierto que el intérprete y compositor puertorriqueño René Pérez Joglar, ex líder de Calle 13, conocido como Residente, ofreció este sábado 6 de septiembre a más de 180,000 habitantes de la Ciudad de México. Dentro del evento de la noche de ayer, las banderas de Palestina salieron a relucir, ondulantes, como un recordatorio constante de las víctimas de la terrible devastación en Gaza, a la cual no se puede hacer oídos sordos.
El evento arrancó con la presencia de un conjunto de mujeres raperas, algunas participantes de las batallas de freestyle, que tuvieron oportunidad de brillar en este magnífico escenario frente a palacio nacional: Ximbo, Niña Dioz, Prania Esponda, Azuky y Mena. Mención aparte merece la presencia de Adriana Puello, que arrancó el evento con gran energía, de forma espectacular.
Hubo de todo, una entrega total por parte del público, y momentos de conciencia social de gran relevancia. Acompañó a Residente un grupo magnífico de músicos -guitarra, coros, percusiones- que incluyó a una artista palestina, quien cantó una hermosa canción en su idioma natal. Residente interpretó, y lo hizo muy bien, los temas que lo han hecho famoso: Vamos a dar una vuelta al mundo, Atrévete-te-te, Guerra, Portarnos mal, y Ojos color sol (que en su momento dio a conocer junto a Silvio Rodríguez). El público se convirtió en un abrazo gigantesco que se apoderó del lugar. “Se ve cabrón, se ve brutal. Quisiera estar ahí abajo con ustedes”, dijo René.
Sin embargo, a pesar de ser un concierto de calidad durante todo su desarrollo, el evento tuvo momentos memorables, conmovedores. Uno de ellos ocurrió cuando el músico boricua compartió la canción autobiográfica René, donde narra los tiempos tan oscuros que ocurrieron en su vida, y que casi lo condujeron a un suicidio. “Este tema no lo había tirado hace mucho, comenzó a ser escrito acá en México, yo estaba pasando por una situación que ni yo entendía, y poco a poco lo he hablado más abiertamente, porque sé que hay gente que puede conectar con mi realidad… Estaba en el piso 25 y estaba pensando en lanzarme de ahí…”, dijo. Fue tan honesto, tan verdadero en esta pieza, que el público, espontáneo, comenzó a corear: “¡No estás solo! ¡No estás solo…!” El apapacho para el corazón de René Pérez fue evidente.
El segundo gran momento ocurrió cuando el puertorriqueño invitó al escenario a una familia de refugiados proveniente de Gaza. El apoyo colectivo y la empatía se hicieron sentir, a pesar de la tristeza reflejada en algunos rostros de las víctimas de la guerra: “¡Palestina libre! ¡Palestina libre! ¡Palestina libre…!”, se escuchó bajo el asta-bandera nacional que remarcaba la oscuridad del cielo.
Casi para terminar, Residente interpretó el tema Latinoamérica, acompañado por la voz de la mexicana Silvana Estrada. Fue un momento estremecedor. “No sólo me siento orgulloso de ser boricua, sino de ser latinoamericano…”, declaró Residente. Y es cierto, René Pérez Joglar es un latino, en toda la extensión de la palabra, además de un ciudadano del mundo:
“Bien encabronao con estos ingratos / Hoy le doy duro a los tambores / Hasta que me / acusen de maltrato / Si no entiendes el dato, pues te lo tiro en cumbia / Bossa nova, tango o vallenato / A lo calabó o bambú, bien frontú / Con sangre caliente como Timbuktú / Estamos dentro del menú / 2Pac se llama 2Pac, por Túpac Amaru del Perú / América no es solo U.S.A., papá…”
Residente, la noche de este sábado 6 de septiembre nos mostró, en la plancha más importante del país, que a pesar de las oscuras amenazas políticas internacionales aún hay esperanza y, sobre todo, fuerza combativa para enfrentar el futuro. Ahora sí, recargados de vida y más humanos, “vayamos a dar la vuelta al mundo”.
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(*) Escritor y Periodista