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Soy yacuibeño de nacimiento, de familia humilde, comerciante y campesina, de manera que una mis percepciones más vitales en mi infancia es correr semidesnudo y descalzo (pata pila) con los brazos abiertos en verano, dejándome apapachar por la intensa lluvia a pleno sol o jugar futbol con pelota de trapo bajo “luz de luna” en las calles del pueblo. Curiosidades del Chaco.
En general a los papás aprendes a comprenderlos cuando eres mayor, creo que heredé el carácter empático de mi padre, su entusiasmo por las cosas, la aventura y la obsesión. Atesoro el aval y fortaleza materna/paterna acicalando mis alas para luego emigrar, allende frontera.
Salir del nido, aún menor de edad era natural – o al menos así lo consideré- y luego de pasar por conflictivas estaciones, adolescente me instalé en Ciudad de México. Y así, corrió el tiempo (con la mirada cejijunta de Cronos) años, décadas, vicisitudes y experiencias.
A la vez, llegaron lecturas, reflexiones y escribir como catarsis. En ocasiones encontré el discurso de la imaginación para entender una realidad, que en si misma era contradictoria, sin verdades absolutas. Al principio, tímidamente trazaba mi prosa en cuadernos viejos que luego se extraviaban, hasta que algunos textos los leyó un experimentado periodista y poeta y me dijo ¿por qué no los difundes o publicas? Pues sí ¿verdad? -respondí- desde entonces, sin pretensiones los dejé volar.
En los micro relatos y reflexiones que publico (y que llamo Fidelgandos) hay un poco y mucho de mí, como una vivencia transfigurada, divago introspectivamente hasta encontrar auténticas voces, o caminos lúdicos que luego transcribo.
En mi situación actual, observo grupos, círculos y hasta sectas literarias, que son usadas para establecer relaciones o vínculos con editoriales y revistas, no he buscado infiltrarme. Transito al margen.
Una ocasión un amigo escritor me comentó, quién te conoce y lee, sabe que estás ahí, cabalgando o mirando entre líneas. Por lo que descubrí -sin proponérmelo- que ese era el objetivo.
La esencia de mis Fidelgandos es la vivencia como lector, amigo, compañero, aprendiz y maestro, trato después de darle un orden, porque no vivo ordenadamente, vivo como se dan las cosas.
Escribo por necesidad, mi escritura es breve con atisbos de realidad, momentos de lucidez, utopía y sentimiento. Al final, es una forma de contar y registrar la circunstancia que me tocó vivir.
CDMX, a 12 de octubre de 2024
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(*) Fidel Carlos Flores (Fidelgando) es periodista (EP.CSG) y economista (UAM-A)
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Excelente!
Gracias por leernos Ross