–Se burla al algoritmo de las redes sociales
–Caos, odio y desinformación.
———- O ———-
El idioma está vivo, evoluciona, desecha palabras que van cayendo en desuso y por el contrario, agrega modismos y palabras que el hablante inventa, y que en muchos casos, las redes sociales y su enorme alcance, las hace populares, aunque muchas de ellas contengan un claro mensaje racista y de odio.
Cuando las intenciones no son las mejores, las redes sociales son una caja de resonancia, hacen escándalo, sacan los hechos de contexto además de crear el caos en la desinformación, y Europa no es la excepción.
En la última década, la migración de africanos a diferentes países europeos ha sido una constante que ha traído diversos cambios a la estructura social de la Europa tradicional, que se auto percibe como la cuna de la civilización occidental, de una mayoría de habitantes de piel blanca y fe cristiana, que se apoya en la xenofobia y en una política abiertamente antiinmigrante, de mano dura contra la presencia de millones de africanos principalmente, que deciden abandonar sus respectivos países para buscar una nueva vida, ya sea en España, en Alemania, Francia y Reino Unido, principalmente.
Sin embargo y de forma gradual, la población de origen africano y asiático ha llegado a Países Bajos, a Hungría, a Polonia y otros Estados de la Unión Europea que no son muy visibles, pero ha causado que grupos de la extrema derecha, catalogados como neonazis o nefascistas, se manifiesten contra la población de piel negra o de religión musulmana.
Ya sea en las calles, grupos que causan destrozos y se manifiestan de manera violenta son cada vez más constantes, pero a estas concentraciones callejeras, también hay partidos políticos que tienen su base electoral en la ideología de la supremacía blanca y en el odio a los inmigrantes.
Pero gracias al eco que dan las redes sociales, los mensajes de odio contra los musulmanes y a los africanos han permeado en cierto sector de la población europea, que como sucede en Estados Unidos con la migración de latinoamericanos, ven amenazados sus puestos de trabajo, se quejan de que los inmigrantes puedan acceder a programas sociales, a la educación o a los servicios médicos.
Y en contraparte, “los grupos progres”, que apoyan la migración y que defienden los derechos de los migrantes, de la diversidad sexual, han presionado a los gobiernos en turno, y en cierta forma han frenado acciones extremas como las deportaciones masivas y la criminalización de la migración, pero a la vez ha traído que muchos de ellos vivan en las calles, y que problemas urbanos como el incremento de la población vulnerable, el subempleo, la trata de menores, la prostitución o los robos en las calles, vayan en aumento.
Y es precisamente esta percepción de desorden e inseguridad que hay entre las sociedades europeas, que sea tomada por simpatizantes y grupos de la extrema derecha, para crear una realidad distorsionada y exagerada, principalmente en las redes sociales y en algunos medios de comunicación contrarios a la migración, llevando la pelea al mundo digital.
EL PAPEL DE ALGUNOS MEDIOS COMUNICACIÓN TRADICIONALES.
Aunque no existen cifras totales, la mayoría de los migrantes africanos -como sucede con los mexicanos y venezolanos en Estados Unidos-, buscan tener un bajo perfil, un trabajo remunerado y aunque sean muchas horas y poco sueldo, lo que les interesa es tener un ingreso fijo y no desean ser visibles en una sociedad que de antemano, saben que no los aceptan.
Por desgracia, algunos migrantes deciden dedicarse al delito, ya sea de poca monta como el robo de carteras y teléfonos móviles, a la venta de sustancias ilícitas o bien, en algunos casos cometen hechos más graves como delitos sexuales o asesinatos.
Y son precisamente estos delitos, que de antemano se sabe, indignan a la población, que algunos noticiarios y diarios le dan mucha difusión y por lo tanto, se va creando un estereotipo del africano y del musulmán, relacionando al inmigrante con el delito.
Ante el crecimiento exponencial de esta imagen negativa del inmigrante, diversos colectivos comenzaron a presionar tanto a los medios como a las redes sociales para evitar que siguiera creciendo el estereotipo de que el inmigrante es violador, ratero, narcotraficante y delincuente consumado, y de esta forma evitar que dicha población ilegal fuera estigmatizada y perseguida.
Y en cierta forma lo lograron, pues los medios tradicionales cuidaron el contenido noticioso referente a la nota roja, y las redes sociales afinaron los algoritmos para detectar los adjetivos como migrante-violación, africano-robo, musulmán-terrorista-extremista, y de esta forma frenar las publicaciones y post que llevaran un contenido xenófobo y el discurso de odio.
“JOVENLANDIA” Y “JOVENLANDÉS”.
No obstante, los grupos de neonazis, xenófobos y anti islámicos, que tienen gran presencia en las redes sociales y que están detrás de muchas manifestaciones que se tornan violentas, se enfrentan a la policía y exigen medidas draconianas como la expulsión masiva de migrantes ilegales, y que en ocasiones han provocado que sin motivo se golpee y se agreda a personas -incluso ciudadanos-, que no son blancos-, buscaron la forma de burlar los algoritmos para seguir manteniendo la desinformación, el caos y las fake news, por lo que inventaron nuevos adjetivos.
Al migrante, que ya tiene el estereotipo de ser terrorista, delincuente, agresor sexual, ratero y extremista, se dice que viene de “Jovenlandia”, y por lo tanto, ellos son “jovenlandeses”.
“Jovenlandia” es una nación imaginaria, un país ficticio que se encuentra en África, que es de fe musulmana y que odia profundamente a Europa y a su civilización, y que tiene como finalidad migrar a Europa para “islamizarla”, cambiar sus valores, mezclarse con la población blanca y gradualmente ir desplazando a los “europeos puros” en todos los campos.
Y el habitante de “Jovenlandia” es “jovenlandés”, y de esta forma evitar los filtros y los algoritmos en las redes, ya que los internautas que siguen a estos grupos, ya saben que cuando se habla de un “jovenlandés”, se refiere a un migrante ilegal, moreno o de raza negra, musulmán, extremista y enemigo de la “Europa blanca”.
Así, generadores de contenido, de prácticamente toda la Unión Europea, postean hechos que por desgracia, en ocasiones son verdaderos-, pero que se viralizan y crean la sensación de hartazgo, odio, fobia y sobre todo, que “Europa está siendo invadida”, y que “ante la pasividad del gobierno, los patriotas y los guardianes de la Europa blanca, deben tomar cartas en el asunto.
No es fortuito encontrar post como “jovenlandés agrede sexualmente a niña de 13 años”; “nuevamente los jovenlandeses asesinan a cliente en un bar”; “migrante de Jovenlandia es atrapado al intentar robar una tienda de regalos”.
Finalmente el discurso de odio sigue presente en las redes y teniendo éxito en España, en Francia, en Reino Unido, en Austria o en Bélgica; entonces el enemigo ya no es imaginario, es el estereotipo del migrante africano, que se identifica con un adjetivo: “jovenlandés”.
———- O ———-
(*) Periodista y docente UNAM
Categorías
- Artículos de Opinión (673)
- Artículos Literarios (123)
- Canal Interés Público (Videos) (62)
- CDMX (México) (375)
- ESTADOS (México) (73)
- Internacional (91)
- Latinoamérica (70)
- Libros (PDF), Reseñas y Documentales. (98)
- Prensa en General (1,430)
- Uncategorized (1)