———- O ———-
CDMX (31/05/24). Nos encontramos en veda electoral previo al domingo 2, lo que significa la prohibición de todo proselitismo y con ello el freno de campañas e intensa propaganda. Y es que pasamos por un año lleno de mensajes, declaraciones, entrevistas, ataques y denuncias, y más en los últimos 90 días de campaña formal.
Actualmente la suma de electores es de: 98 millones 329 mil 591 ciudadanos con credencial para votar, los cuales podrán acudir a las 170 mil 304 casillas que se instalarán en todo el territorio nacional. La lista por género arroja un resultado de: 51 millones 103 mil 424 mujeres registradas (51.97 por ciento) y 47 millones 226 mil 062 hombres (48.02 por ciento).
Para que los ciudadanos podamos votar se imprimieron 317 millones 310 mil 261 boletas electorales (foliadas). Se informó también que habrá 34 mil observadores electorales y más de 27 mil elementos de las Fuerzas Armadas participarán vigilando en todo el país.
Desde José López Portillo (1976-1982) hasta el actual gobierno tuve vivencias y experiencias a lo largo de 4 décadas, atravesando un sinuoso camino hacia la democracia. Conocí 6 sexenios, con sus respectivas promesas y resultados. Me considero -pues- un testigo privilegiado para realizar contrastes respectivos.
En este sentido, en la gestión actual -como nunca- observé un empoderamiento de las mayorías, en las que el presidente Andrés Manuel López Obrador fue causante y protagonista. A la vez lo catapultó con altos índices de popularidad al cierre de su gobierno.
Sin embargo, hay que apuntar que, en el actual proceso, la inseguridad que ejerce el crimen organizado y que afecta al país, amenaza también (aunque en parte) a la realización de elecciones en algunos estados.
Por otro lado, con resultados e irrupción frontal de la Cuarta Transformación (4T), al anterior proyecto económico neoliberal, este se va apagando. Se terminó el salario mínimo congelado, la opacidad del uso de recursos públicos, la evasión de impuestos de grandes contribuyentes, entre otros aspectos.
El cambio de la 4T fue, aplicar políticas públicas de bienestar, ejercer un proyecto de generosidad, dispersar recursos hacia los más necesitados (sin intermediarios), estimular la demanda agregada y con ello la capacidad de compra. Dinamizando así, el motor de la economía nacional, además de reducir pobreza y desigualdad. En general estamos mejor que hace 6 años.
El próximo gobierno debe enfrentar desafíos (ejemplo la agenda feminista) y corregir pendientes, porque todo proceso político no se resuelve en un sexenio. Por ejemplo, la intromisión de la violencia o narcotráfico, la transparencia de pugnas de poder, el agandalle de los poderes fácticos, el papel de los medios de comunicación hegemónicos, entre otros.
Por cierto, dichos medios comerciales (dos con cobertura nacional) parecen más de incomunicación porque se evidencian y toman partido por razones ideológicas, e intereses monetarios de sus propietarios.
¿VOTO COMPLETO O VOTO CRUZADO?
Creo que es válido buscar la mayoría calificada, para que en el Congreso Federal (Senadores y Diputados) logré un escenario que profundice reformas y cambios del Proyecto de Nación. A la vez aclarar que, en la historia reciente del poder legislativo, el control del mismo no derivó en “dictaduras”, sino en “pactos”.
Finalmente, que una probable mayoría calificada en el parlamento nos conduzca a un desastre total de la próxima presidenta, es una premisa sin sustento que busca provocar miedo. Cuando tal posición nace en el escritorio de los estrategas de campaña y actuales opositores.
Sin lugar a dudas, vivimos tiempos históricos, en hora buena y ¡a votar este domingo!
———- O ———-
(*) Periodista (EPCSG) y economista (UAM-Azcapotzalco)
Categorías
- Artículos de Opinión (673)
- Artículos Literarios (123)
- Canal Interés Público (Videos) (62)
- CDMX (México) (375)
- ESTADOS (México) (73)
- Internacional (91)
- Latinoamérica (70)
- Libros (PDF), Reseñas y Documentales. (98)
- Prensa en General (1,430)
- Uncategorized (1)