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En gran parte de los países del continente, el escenario informativo evolucionó velozmente desde inicios del presente siglo, hasta el primer cuarto de siglo. Desde un contexto dominado por medios hegemónicos de información, hasta un entorno en el que participan, medios conocidos como alternativos o virtuales, cuya plataforma de trabajo no es el espacio concesionado de radio y televisión, ni la distribución de periódicos o revistas impresas, sino el internet.
En el caso de México, salta a la vista que la efectividad comunicacional de los -otrora- poderosos medios de comunicación (Televisa, Televisión Azteca, Imagen TV, El Universal, Reforma, entre otros) es mucho más débil en presencia y dominio. Hace poco tiempo un funcionario público del sector, afirmó que precisamente esos consorcios mediáticos tienen influencia, solo en el 30 del 100 por ciento de la población, incluso su tendencia es a la baja.
Definitivamente, los últimos años el consumo de contenidos de las audiencias cambió hacia la virtualidad, (redes sociales, webs y canales de YouTube). Es decir, hubo una migración y desconexión masiva tanto de la televisión por cable, como de las señales abiertas. Tal circunstancia cimbró las estructuras de los medios corporativos, generando una crisis financiera.
En tal escenario, el cambio de reglas en pautas publicitarias y el cobro de impuestos, que antes los grandes contribuyentes evadían, hizo que los contenidos de opinión en medios privados endurecieran sus ataques al actual gobierno. Utilizando bulos, sesgos, difamaciones y calumnias, a pesar de una mayor apertura democrática.
Sin embargo, en Bolivia, la situación es otra no solo por el consumo de contenidos de medios audiovisuales tradicionales, sino por la grave precarización laboral que vive -en general-, los trabajadores de la prensa.
La semana pasada al entrevistar a experimentados colegas de Santa Cruz (off the record) me expresaron 5 puntos de vista:
1.“El auge de las redes sociales, el alto costo del papel, la falta de reinvención en los medios escritos, la multifuncionalidad de los periodistas, la explotación y autoexplotación laboral, gobiernos menos democráticos, degradación de la dirigencia política, y lucha por la supervivencia. En conjunto, aumentaron la precarización laboral en el periodismo”.
2.“Se atomizó el oficio en múltiples y pequeños emprendimientos que corren el riesgo de extinguirse en la languidez que les espera (falta de publicidad sostenible). Allí, la crisis laboral se profundiza, bajan las pretensiones económicas y ante la enorme competencia se deteriora la calidad de los contenidos”.
3.“Atravesamos momentos complicados y delicados, por ejemplo, en el medio más grande de Santa Cruz, no se paga sueldos (formales) desde hace 8 meses, en La Paz de plano cerraron por la crisis, y los que continúan sobreviven con salarios muy bajos utilizando contratos eventuales y sin prestaciones de ley”.
4.“Por otro lado, colegas que quedaron sin trabajo, y que crearon propios espacios informativos en redes sociales, de plano cobran por la cobertura, la entrevista, por emitir opiniones sesgadas (a modo clientelar), o trasmisiones en vivo, entre otros”.
5.“En la universidad pública se forman comunicadores con deficiencias en nuevas tecnologías multimedia. Los contenidos de sus materias son obsoletos, no se actualizaron, porque están más preocupados por cuotas de poder político. En las privadas, como es un negocio, obviamente no se informa a los estudiantes sobre la realidad del mercado laboral y el grave trance que atraviesa el oficio en general”.
La autocrítica muestra la capacidad para reflexionar sobre nuestros propios actos y comportamientos y de juzgarlos para hacer correcciones o eliminar fallos detectados. También se aplica a los periodistas.
Los días que se celebra la libertad de expresión (3 de mayo) o del periodista (10 de mayo en Bolivia), deberían servir para reflexionar. Recordar el papel social y pilares del periodismo (rigor, contexto y contraste de fuentes), y visibilizar los temas de interés público y su tratamiento informativo.
Llama la atención las cándidas definiciones (clichés) que año con año se repiten sobre el periodismo (en algunos editoriales bolivianos) por ejemplo: “En el día del periodista debemos recordar que nuestra misión es informar de la mejor manera a la gente para que ésta pueda adoptar decisiones que le convengan. Nuestra función -noble apostolado- implica doble responsabilidad. La primera, cumplir en el trabajo cotidiano los principios ético-morales de la profesión y la segunda, comprender que hemos adoptado individualmente la decisión de ser periodistas para servir a la sociedad”.
Arengas o conceptos que son “cebollazos” . En el argot periodístico mexicano significa elogios fuera de lugar.
REFLEXIONES URGENTES
En las redes sociales y medios convencionales, prolifera información falsa, incompleta, imprecisa, repleta de deducciones, mensajes que se fueron convirtiendo en constantes, con la finalidad de sembrar dudas e incertidumbre.
La inferencia es un proceso por el cual se derivan conclusiones a partir de hipótesis iniciales. En este sentido, en un auténtico periodismo NO se debe inferir, ni suponer.
Vivimos tiempos de virtualidad extrema, donde la infodemia continúa ganando espacios en la mayoría de los medios, logrando así, posesionar perversas intenciones amparados en una libertad de expresión (a modo) y en un -seudo- ejercicio periodístico que suele esconderse en publireportajes, publientrevistas, publieditoriales, etc.
Otra variante que llamó mi atención es que con los años se inventaron nuevos tipos de periodismo: el de marca, de paz, de guerra, de integración, etc. Lo cual desvirtúa el concepto básico.
Recuerdo algunos consejos de mis maestros (Manuel Pérez Miranda y Miguel Ángel Granados Chapa):
“Repetir mentiras ajenas sin verificarlas es mentir por default/defecto, no un error, aunque se ratifique después. La responsabilidad social, el contexto, el contraste de fuentes y el rigor son fundamentales“.
“La información es un bien público, es decir no le pertenece al periodista o al gobierno, a la empresa o al medio, le pertenece a la sociedad, solo así el acceso a la información pública, adquiere sentido”.
Finalmente, un gran reto: Es necesaria una constante capacitación/actualización para mejorar la calidad del periodismo, un intercambio de información, fortalecer, compartir, e intercambiar ideas, metodologías de investigación, de buscar la unidad como gremio, más allá de protagonismos personales. Todo para iniciar la construcción de una sociedad más equitativa, justa y democrática.
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(*) Periodista (Escuela de Periodismo Carlos Septién García) y Economista (Universidad Autónoma Metropolitana-Azcapotzalco)
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Hoy en día el periodismo está enfermo ya q muchas q ejercen la noble profesion tiene la voces embargadas ya q muchos medios pertenecen a políticos de la cual ellos se sirven para mejorar su fachada es por ello q el perdi solo entra en decadencia cuando los mal llamados directores empiezan a difundir lo q es mas sensacionalista en vez de difundir la realidad y la coyuntura actual q va de la mano de las mentiras engañosas de alguna manera hoy en día la comunicación como tal ha crecido demasiado rápido diría casi incontrolable ya q la tecnología le abrió los brazos pero el problema es q esta mal ocupada ya q cualquier hijo de vecino agarra un micrófono y empieza ha emitir peroratas o imitar a grandes periodistas es algo q no se puede controlar la tecnología está arraigada con la pereza ya q se está utilizando con fines q nos son educativos en l evolución de ser humano mas al contrario se usa pra fomentar ciertas anomalías q se descubren día a día con el proceder de ciertas actitudes q se emites a través de las rrss….
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