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S.C. (8/10/23). El segundo y último debate de presidenciables de la República Argentina tuvo pimienta y recalentó la disputa entre los favoritos. Los temas Seguridad, Trabajo, Desarrollo Humano, Vivienda sirvieron de escenario para que ofrezcan sus programas sintetizados y controlados por un formato que la rigidez televisiva impone.
Patricia Bullrich (Juntos por el cambio), Javier Milei (La libertad avanza), Sergio Massa (Unión por la patria), Juan Schiaretti (Hacemos por nuestro país) y Myriam Bregman (Frente de Izquierda y de los Trabajadores – Unidad) se presentaron esta vez en la Universidad de Buenos Aires ante una enorme expectativa a 14 días de las elecciones presidenciales del 22 de octubre.
Casi todos condenaron a Hamas por la violencia en Medio Oriente de entrada, salvo Bregman que se afligió por las víctimas civiles y condenó el apartheid que sufre el pueblo palestino.
Los candidatos se concentraron más en las críticas hacia los tres primeros en las encuestas (Milei, Massa, Bullrich) que en sus propuestas. Si bien se notó cierta incomodidad ante un formato complicado para profundizar el contenido programático, pareció más interesar en la destrucción del oponente que proponer y convencer al electorado expectante. Fue el caso de Patricia Bullrich que inició con la intención de meterse en la lucha polarizada que aparentemente disputan Massa y Milei.
Los candidatos abrieron el fuego respaldándose en sus caballitos de batalla. Javier Milei, dijo que Argentina está al borde de una hiperinflación. Bullrich, expresó que existe un solo camino: terminar con las mafias, sacarlas de raíz de la Argentina y que, en este camino, Milei se había asociado al kirchnerismo.
Juan Schiaretti, por su parte, inició el debate diciendo que estamos en medio de un desastre económico producto de los anteriores gobiernos y reclamó la falta de federalismo.
La candidata de izquierda, Myriam Bregman, exigió que la crisis no debe ser asumida por las grandes mayorías y que Argentina debe ser gobernada por una nueva fuerza, por los de abajo.
Mientras tanto, Sergio Massa, actual ministro de economía, inició su parlamento diciendo que venía a proponer desde el 10 de diciembre un gobierno de unidad nacional.
La lucha contra el narcotráfico, la reforma en la justicia y la condena a la delincuencia flotó en casi todas las propuestas incluso, la de bajar la edad de impunidad de quienes cometen delitos comunes.
El primer bloque favoreció a Bullrich. La exsecretaria de Seguridad del Gobierno de Mauricio Macri, maneja la temática, no así en otros segmentos en los que debió recurrir a leer sus apuntes.
Massa propuso crear un FBI argentino y en las redes llovieron los memes. Habló de combatir la corrupción, al narco y la trata de personas, además de exigirle cuentas a la justicia, puntualmente “cambiar el funcionamiento de los jueces”.
Bregman habló de nacionalizar los puertos para cortar los caminos de la droga y Milei propuso cambiar el actual rol entre víctima y victimario. “Hacer efectivos los castigos y que sea costoso ser delincuente en Argentina”, dijo el libertario. Bullrich también aprovechó para atacar a Milei con la propuesta de venta de órganos diciendo que es lo más peligroso del mundo. Éste pidió su derecho a réplica y con sorna le solicitó a la candidata: “por favor suéltese un poquito, parece que está muy seteada. ¿Acaso a usted le gusta la corrupción? No dije que liberaría la venta de órganos”.
Ya el tono del debate comenzó a subir. En el segundo bloque trataron los temas Trabajo y Producción.
Mientras Juan Schiaretti proponía eliminar las retenciones al campo y mejorar las inversiones, Massa prometía mejoras en el ingreso, paritarias libres y reducción de impuestos, además de igualdad de salarios entre hombres y mujeres. A lo que Bullrich parafraseó para la tribuna: “viniste a sacar las papas del fuego y nos hiciste puré. No podés ni frenar la inflación”.
Massa se abrió otro frente con Schiaretti por el tema de las retenciones al campo. A esta altura estaba claro que el más golpeado era el actual ministro por temas de corrupción, pobreza, inflación y devaluación. Momento que aprovechó Milei para encantar al espectador con temas económicos, sin embargo, fue tan técnico que la candidata de izquierda lo cruzó con un “Cuando Milei te habla en difícil lo hace para ocultar su verdadero plan. Lo que él propone es que el trabajador tenga cada vez menos derechos”, dijo. El candidato libertario criticó en forma burlona la posterior propuesta de Bregman diciéndole que la ley de la gravedad no se anula con un decreto, a lo que Massa, cuando tuvo la primera oportunidad, replicó “Javier, hasta acá llegaste, dejá de faltarle el respeto a las mujeres, eso muestra tu rasgo autoritario”.
El tercer eje temático trató de Desarrollo humano, vivienda, protección del medio ambiente. Según las normas del debate no había casi derecho a réplica porque se las habían gastado. En este bloque resaltaron las propuestas de Sergio Massa con créditos hipotecarios y acceso a lotes con servicios, además del impulso a las energías renovables y alternativas jugando con cuidar la casa propia y la de todos.
Bien contrastante fue Javier Milei quien negó el cambio climático y afirmó que en caso de ser presidente no formará parte del Club de París, ni apoyará la agenda de 2030 ni los foros internacionales del tema.
Patricia Bullrich quiso de nuevo ganar protagonismo y atacó al libertario Milei acusándolo de faltarle el respeto a las personas, insultar a los viejos y a las mujeres. Y de paso “Massa, no necesitamos que nos defiendas. Nos defendemos solitas”.
En el cuarto y último bloque se derramó la artillería que quedaba guardada. Bullrich acusó a Milei diciendo: “Pusiste chorros en tus listas”. A lo que el más votado de las PASO respondió: “y vos pusiste más” (admitiendo la gravedad del hecho) y agregó: “no podés lavar tu pasado de Montonera asesina”, dijo Milei siendo más Milei que nunca. Trampas de un debate en su punto de ebullición.
Pero Bullrich conservaba balas en la recámara y otra vez atacó a Massa. En el turno de preguntas le dijo: ¿Cuándo van a dejar de afanar (robar)? “Ser vulgar no te va a ser más popular, no alcanza con gritar con la mala performance que estás haciendo”, respondió el candidato peronista.
Bullrich al preguntar a Bregman por qué odiaba a las Fuerzas Armadas recibió un contraataque furioso: ¿en serio me preguntás eso Patricia? Eras ministra y hubo desaparecidos (los nombró uno tras otro) y estaban las fuerzas del orden a tu mando y tu Gobierno le vendió armas a Bolivia en el Golpe de Estado, apoyó el Golpe en Perú y apoyó al gobierno autoritario anterior en Brasil.
Cada candidato que preguntaba, le daba pie al otro para que respondiera y lo dejara mal parado. Así estaba el debate. Al final cada uno tuvo 1 minuto para hablarle al país en un mensaje final. Ya se había puesto toda la carne al asador y a esa altura poco se escuchó lo que había quedado en el campo de batalla, solo se veía el humo de los cuerpos abatidos en la refriega.
Si bien la sanidad política elige este tipo de eventos públicos para ser nutriente de una buena democracia, el valor de la palabra se degrada cada vez que se usa para la descalificación en vez de regar con propuestas sabias que busquen mejorar la calidad de vida de los habitantes del país en cuestión.
Las elecciones argentinas serán el domingo 22 de octubre y un importante porcentaje de sufragantes sigue indeciso. El debate dejó más caliente el escenario político que la mismísima economía argentina. Si hay segunda vuelta habrá un debate presidencial (entre 2) el 12 de noviembre.
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() Roberto Dotti Rivoire, licenciado en Comunicación Social, documentalista para Cine y TV, analista y PERIODISTA en varios medios de comunicación desde 1995. Además, fue realizador de documentales como “Los ayoreos de hoy” (2010) y “Gladys Moreno, la voz del alma” (2015), entre otros.
