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Hace unos días se estrenó en México, vía plataforma de streaming NETFLIX, una docuserie que ha causado revuelo y polémica a nivel nacional e internacional por el alcance que tiene dicha productora.
Me refiero a la serie El Caso Cassez-Vallarta, basada en el libro de denuncia Una novela criminal, del reconocido escritor mexicano Jorge Volpi. La serie que consta de cinco capítulos de una hora cada uno, no hace más que confirmar la alta corrupción policiaca que había en México en el 2005. Año en que desgobernaba el país el panista Felipe Calderón y época en que el combate a la corrupción estaba en manos del siniestro policía Genaro García Luna, actualmente detenido en Estados Unidos por delitos como cómplice de carteles de las drogas en México.
La serie muestra de forma explícita, a través de entrevistas, actuaciones, reportajes y recreaciones, el cómo la policía federal a cargo de García Luna era capaz de detener inocentes, fabricar delitos, inculpar a víctimas y en contubernio con periodistas y medios de comunicación afines al poder, fabricar noticias y llevar a cabo montajes mediáticos para lavarle la cara a un sistema gubernamental profundamente corrupto, encabezado por Felipe Calderón que ya para esas fechas bañaba al país en sangre con su equivocada política de guerra frontal contra el narcotráfico.
La serie, que no tiene desperdicio, aunque si un poco de ficción, corrobora lo que muchos periodistas independientes y profesionales han denunciado: El contubernio inaceptable entre algunos medios de comunicación masiva como Tv Azteca y Televisa con los sótanos más podridos del poder encarnado en personas como Genaro García Luna y Luis Cárdenas Palomino.
El montaje de la detención, supuestamente en vivo de la francesa Florence Cassez y su novio Israel Vallarta como supuestos secuestradores por policías a cargo del mano derecha de García Luna, el policía Cárdenas Palomino hoy detenido por torturador y corrupto no hace más que desnudar las complicidades de medios y poder.
El artífice del montaje de la detención de los supuestos secuestradores es el periodista Carlos Loret de Mola, que sin escrúpulos y a sabiendas de lo falso del montaje, transmitió el vídeo que dio la vuelta al mundo. Tal circunstancia y acción lo estigmatizó posteriormente, cómo un corruptor del medio periodístico en contubernio con el poder. Actualmente se lo conoce como “Lord Montajes”.
Es importante ver, analizar y reflexionar este documento televisivo, dónde inclusive se hace partícipe a un empresario de origen judío de apellido Margolis para entrar en complicidad con policías corruptos, periodistas vendidos y llevar a cabo actos de corrupción inauditos. Una trama criminal en dónde los primeros perjudicados son las víctimas, pero como afectados colaterales está una sociedad impávida a merced de la corrupción criminal y grupos de poder. Lo que es la Nomenclatura que gobierna distintas áreas de poder en nuestra sociedad contemporánea.
Es recomendable ver la serie de NETFLIX, dar una repasada al libro de Jorge Volpi y a estar bien informados de un caso que conmocionó a México hace 17 años y que estuvo a punto de causar un rompimiento de relaciones entre México y Francia, debido al desaseo de las políticas policiacas en la era de Calderón. Vale la pena, un revisionismo de las distintas fuentes periodísticas de ese momento que convulsionó al México de la etapa neoliberal Prianista.
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(*) Periodista (EPCSG) y Docente.
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