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POLARIZACIÓN Y MANIQUEÍSMO, NUEVO ORDEN POLÍTICO. Por Jorge Gallo García (*)

Fidel Flores by Fidel Flores
noviembre 7, 2021
in Artículos de Opinión, Prensa en General
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  • El individuo se encierra en su Yo intolerante
  • Debates huecos, ajenos a los problemas sociales
    ———- O ———-
    La tendencia que se vive en el llamado “mundo libre”, es la búsqueda de valores universales, que unifiquen a la llamada “aldea global”, como pueden ser la tolerancia a la diversidad sexual, a la diversidad religiosa, al uso de drogas que ahora se llaman “recreativas”; conductas como la marihuana, que las nuevas generaciones viven y por lo tanto las aceptan, pero quienes crecieron en generaciones anteriores no se acoplan aún, incluso las rechazan.
    Si bien es cierto que las nuevas generaciones son más tolerantes con “el otro”, como por ejemplo, convivir en un grupo donde dos mujeres son pareja, donde algún integrante consume marihuana de forma habitual, o con alguien que tiene el cuerpo lleno de tatuajes, lo cual es socialmente positivo, ya que los jóvenes de esta actualidad, en realidad son más tolerantes, abiertos y sin tantos prejuicios.
    Sin embargo, en otro aspecto de su existencia, esa misma juventud que es tolerante con el otro, tiene un punto de vista inflexible, irreductible, donde el individualismo y la soberbia exacerbada por el culto al Yo, provoca que el individuo sea necio, terco, iracundo y que no sepa reaccionar cuando se le dice que no o cuando se complican las cosas.
    El joven de hoy tiene en la mano “todo lo bueno”, lo que vale la pena y es válido en esa existencia idealizada, donde él mismo crea una película donde es la estrella, y todo lo demás es malo, negativo, feo, de gente tonta e ignorante, y como consecuencia, ese individuo es intolerante, terco y hasta agresivo.
    En la práctica política, los críticos de Andrés Manuel López Obrador, no ven nada positivo en su gobierno, todo (sin excepción) es malo. México es Venezuela, la campaña de vacunación ha sido un fracaso, los partidarios de AMLO son tontos, irreflexivos, haraganes, están acostumbrados a las limosnas.
    Pero por el otro lado las cosas son muy similares, para los partidarios de AMLO, la oposición es fascista, hitleriana, corrupta e intolerante. Finalmente y en la práctica, los dos puntos de vista son opuestos, no hay un punto medio, menos la posibilidad para una solución consensuada, o como se dice coloquialmente, ¡o todo… o nada!… ¡Matar o morir!
    En su momento, quien fue el hombre más poderoso del mundo, el entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump, llegó a decir “están conmigo o contra mí. Es decir, el discurso político se ha polarizado, y parece ser que la tendencia en el mundo y que se promueve con los medios de comunicación, es el maniqueísmo.
    El maniqueísmo es una doctrina eclesiástica -que surgió en la iglesia-, y que divide al mundo en dos extremos, (tajante, sin puntos medios), donde todo es bueno (perfecto, celestial), y en la otra, todo es malo (demoníaco, satánico), y bajo esta óptica, no puede haber un consenso, un proceso de negociación como se hacía en la llamada “política tradicional”, donde ambas partes exigían, pero también cedían y se llegaba a un acuerdo, que cubría las necesidades y exigencias de los dos negociadores.
    Entonces, las preguntas que surgen son: ¿por qué todo es negro o blanco? ¿A quién le conviene que la sociedad se encuentre enojada y confrontada? Para diversos investigadores, el llamado “mal humor social”, es una de las causas de que el individuo se mantenga en un mundo que comparte con otros que piensan como él, pero que rechace a quien piensa diferente.
    Aunado a esto, el proceso de pensamiento con el que el individuo se considera a sí mismo como el que tiene la razón, y sumando la necedad y terquedad que esto trae, provoca que gran parte de la sociedad se encierre en su grupo, creando debates huecos, razonamientos parciales, pero indiferentes a la política y economía, lo que sin duda beneficia al status quo o dicho de otra forma, que se ven cambios para que todo siga igual.

    ———- O ———-
    (*) Periodista y docente
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