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NIP 30/11/12 CdMx Press. Fin de noviembre y se alista el primer informe de gobierno de Andrés Manuel López Obrador, para este 1 de diciembre en Plaza de la Constitución (Zócalo). Su llegada a la Presidencia después de tres intentos, arrasó con una clase política sumergida en corrupción y despilfarro, extremos.
A un año vivimos un punto de inflexión y cambio en el sentido de gobernar (a pesar de aciertos y errores), y con ello modificaciones sociales, políticas y mediáticas.
Pareciese que los cambios que favorecen al mandato popular, criticados ampliamente por sectores conservadores y que antes se beneficiaban con el poder (PRIAN**) continúa generando inquina y enérgica polarización. Sin embargo otros, se van acomodando, reinventándose de acuerdo a sus intereses.
Existen pendientes como la seguridad pública, la inercia de la violencia, el crimen organizado (sus devastadoras consecuencias), y la economía -la cual- en términos de mediano y largo plazo va sentando bases. Sin embargo, a pesar de contextos complejos la moneda permaneció estable, aumentó el salario mínimo, la ayuda social y el nivel de consumo de las clases bajas -con ello- se busca reactivar la demanda efectiva. En el lado opuesto El Universal (Editorial) y el escritor peruano Mario Vargas Llosa (estos días visitante invitado anti-Cuarta Transformación) señalan que estamos ante un rotundo fracaso de AMLO en todos los sectores y órdenes, un gobierno rebasado por la dura y cruda realidad, siendo el peor de todos los anteriores sexenios, sin lugar a dudas una afirmación temeraria.
Pero precisemos, el gobierno actualmente prioriza enfrentar a un sistema que existía bajo la dinámica y lógica de la corrupción, quizá eso explique los virulentos ataques a la 4T. Aún más en tiempos virtuales donde se difama y calumnia sin sustento o argumentos, ¡claro! que deben existir críticas -son sanas- pero cuando pierden proporción y sentido común estas se sumergen en la posverdad, confundiéndose con desahogo, ardides y frustración.
En el tema de la comunicación pública se reactivó instituciones desfalcadas y que habían perdido rumbo, además de reorientar la publicidad oficial, Al respecto el periodista Francisco Ortiz afirma “Algunos medios de comunicación actualmente pagan culpas por exceso de publicidad y dádivas anteriores (chayote)”.
Por otro lado, destaco el fenómeno social de la cercanía del Presidente con la gente, su austeridad, el manejo de la historia y símbolos, genuinos y espontáneos con la forma de ser del Presidente.
En relación a los términos de comunicación política, la 4T es activa y original. Nunca se había visto a un mandatario dar conferencias de prensa diarias, incluyendo los fines de semana, en giras, siempre en contacto popular. Al mismo tiempo enfrentarse a aspectos externos fuertes (Donald Trump) y desafíos internos graves como el crimen organizado.
En relación a la prensa, en dichas conferencias, acceso y manejo de la información no existe censura, aunque quizá -en los medios- haya auto censura de reporteros por la simple razón, que los dueños siempre cuidaran sus intereses.
Finalmente, habría que resaltar la construcción de una audiencia sólida, además de credibilidad. Por estar ante un inmenso auditorio que en últimos años migró, ávido hacia escenarios virtuales, nutriendo y generando nuevos contenidos. De plano, “no existen medios sin audiencias” por ello los emisores, hoy deben considerar a sus receptores politizados, participativos y rigurosos, mismos que buscan y siguen espacios de información creíbles y confiables.
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(*) periodista y economista
(**) Partido Revolucionario Institucional y Partido Acción Nacional