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En un texto difundido por David Acebey (en redes sociales) leí un contenido que por su contundencia reproduzco alguna de sus partes: “Al comparar los daños irreparables que ocasionaron a las culturas de tierras bajas los patrones (salvo raras excepciones) fueron considerables ya que la meta era obtener el lucro en el interior de la hacienda, con mayor o menor rigor: explotaban, abusaban, y castigaban la “flojera”, el escape, el conocimiento y la organización.
Otro fragmento (del libro Amandiya, apuntes sobre los ava guaraní en Bolivia) dice: “Me llamo Paula Rivera y fui cocinera en la hacienda Casa Alta desde que vivía la madre del patrón Román. Antes de que amanezca tenía que levantarme a traer leña, a prender fuego, a traer agua… y cuando estaba amaneciendo ya teníamos que haber tomado desayuno para ir a trabajar. El desayuno era puro caguiyi. A veces nos hacían pallar maní, arroz, ají… Trozábamos cumanda o escogíamos maíz por tarea; pero si no sacábamos la tarea, no anotaba el jornal. Después de trabajar todo el día, volvíamos a nuestro rancho y teníamos que volver a cocinar, porque en la hacienda no nos daban… A veces ganábamos, a veces no. Cuando yo ganaba sacaba unos 250 bolivianos, por todito el año de trabajo, y cuando no ganaba, sacaba cero. Nos engañaban…”
En ambos mensajes, podemos percibir un tufo de explotación laboral cruel y encubierto, que al parecer trascendió en el tiempo, se extendió (del campo a la ciudad) y continua en varias empresas hoy consideradas modernas. Nuevamente destaco “se castigaba el conocimiento y la organización” y traslado dicha afirmación lapidaria a un conflicto laboral que estos días viven trabajadores de un medio privado de televisión (Red Uno en Santa Cruz. Bolivia) quienes se encuentran en huelga indefinida por el reconocimiento de su agrupación (Alianza Uno), como Sindicato para defender derechos básicos de sus agremiados. Aquí lo insólito, es que a pesar de contar con un Laudo Arbitral favorable y de haber cumplido todos los protocolos que la autoridad del Trabajo exige (en tiempo y forma) la empresa desconoce y rechaza dicha petición.
En este escenario el Gobierno (Ministerio del Trabajo) y el Juez del Trabajo en cumplimiento de sus atribuciones, solo tendrían que hacer cumplir la ley dentro del estado de derecho. De no hacerlo se evidenciaría un “doble discurso”, lo cual conduciría a una “masacre blanca” (despidos). Ojalá no se llegue a tal extremo.
El conflicto tiene un antecedente de 18 meses (antes del Laudo), pero la huelga recién inició el martes 9 de agosto. Sindicatos afines paulatinamente se fueron solidarizando, pero el hecho evidenció/desnudó un “mutis cómplice” en varios noticieros y medios (periodistas y editorialistas) además de actores políticos y sociales. Pocos abordaron el tema.
Para quienes alguna vez trabajamos en el área de prensa (medios privados de televisión), conocimos la precariedad del personal de base, y el esquema (sueldos) de reporteros de primera y segunda. En este sentido, las demandas actuales son justas (pago de horas extras, dominicales, aumento salarial, estabilidad laboral, dotación de equipos y materiales para coberturas de hechos noticiosos que involucran riesgos, apoyo en caso de agresiones sufridas en el ejercicio laboral) y de aplicarse tales medidas beneficiará la productividad de toda la fuente laboral.
El contexto del conflicto y apoyo se puede conocer en el pronunciamiento del Sindicato de Trabajadores del Diario “EL DEBER” que en sus partes sobresalientes manifiesta:
1.- En el Estado Plurinacional de Bolivia el sindicalismo está amparado en nuestra Carta Magna que rige la Constitución Política del Estado; en su artículo 51.
Artículo 51 I. Todas las trabajadoras y los trabajadores tienen derecho a organizarse en sindicatos de acuerdo con la ley. II. El Estado respetará los principios sindicales de unidad, democracia sindical, pluralismo político, autosostenimiento, solidaridad e internacionalismo. III. Se reconoce y garantiza la sindicalización como medio de defensa, representación, asistencia, educación y cultura de las trabajadoras y los trabajadores del campo y de la ciudad.
2.- Después de agotar las instancias y pedidos formales de los dirigentes del Sindicato de Trabajadores de la Prensa de la Red Uno de Bolivia S.A. Alianza Uno a la empresa Red Uno en favor de los trabajadores, van al paro indefinido después de llevarse a cabo uno de 24hrs porque la empresa hace caso omiso al laudo arbitral del Sindicato de Trabajadores de la Prensa de la Red Uno de Bolivia S.A. “Alianza Uno”, que es de conocimiento del Ministerio de Trabajo, de la FSTPSC.
3.- Los 13 puntos que reclama el Sindicato de Trabajadores de la Prensa de la Red Uno de Bolivia S.A. Alianza Uno son el pedido en función al cansancio de los trabajadores de cosas tan elementales como la alimentación al personal y va hasta el punto de no querer reconocer el derecho del fuero sindical. Y estamos preocupados, en tal sentido que a veces uno piensa que esas mezquindades son cosas del tiempo de la colonia.
4.- El Ministerio de Trabajo, Empleo y Previsión Social debe hacer cumplir la Ley l 8 de diciembre de 1942 y todas las reivindicaciones que han adquirido los trabajadores en estas últimas décadas.
5.- La falta de consideración a la trabajadora o al trabajador en estos tiempos es inadmisible y ahí saludamos a la COB, COD, FSTPSC, CSTPB a estar unidos y vigilantes hacer respetar la ley que nos protege y se cumplan las normas.
6.- Siempre que se nos dice que estamos en tiempos difíciles y que tenemos que poner el hombro a las empresas, muchas veces hemos sacrificado horas de descanso por seguir luchando por nuestras fuentes laborales; sacrificando el tiempo con la familia y nuestra calidad de vida. Y ahora que se hace el pedido justo, que se reconozca, los dirigentes sindicales son tildados de oportunistas.
7.- El sector de la prensa necesita urgente una actualización de normas que nos amparen, ya que con la excusa de que somos un sector con características diferentes, sacrificamos al recurso más importante de una empresa, que es el Humano… Preguntamos ¿Desde hace cuántos años han venido trabajando así? y ahora no querer retribuir lo justo; porque no?.
8.- Que se respete el derecho a trabajar sin tener que recibir acoso laboral ni patronal. Señores de algunos medios de comunicación, tienen que entender, que ya el patronaje, capataces en este siglo de desarrollo no van, y peor aún cuando desde los mismos, nos mostramos ante la sociedad que como las voces de los que no pueden defenderse, pero paradójicamente vemos a un Sindicato pidiendo cosas muy sencillas y que están amparadas en las leyes bolivianas.
9.- Nadie es menos que nadie y los sindicatos nos regimos en nuestros estatutos. Somos organizaciones que estamos siempre velando por el progreso de nuestras fuentes de trabajo y que se cumplan las normas en beneficio de los trabajadores.
Finalmente, creo es erróneo pensar que la función de un sindicato es perjudicar y siempre ser conflictivo con la empresa, cuando en realidad todos los trabajadores pertenecen a la misma fuente laboral y de su progreso dependerán todos sus integrantes. Por ello considero que la actual postura de los administradores de la Red Uno, recuerda resabios de un sistema neoliberal extremo. Así que hacemos votos para una pronta solución.
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